Aprender inglés no es difícil, todo depende del método que utilices. De hecho, puede ser muy divertido si decides recurrir a las canciones, la única condición es que tengan un texto sencillo y un ritmo pegadizo, de manera que sean fáciles de recordar. Por supuesto, también es importante que el cantante tenga una buena pronunciación.
Por eso, te proponemos algunas de las mejores canciones para aprender inglés:
- Friday I’m in love, de The Cure. Esta canción de los años ‘80 es perfecta para aprender inglés, sobre todo si estás dando los primeros pasos en este idioma. Podrás conocer los días de la semana ya que estos se repiten a lo largo de la letra, enumerando las actividades del protagonista. Además, la pronunciación es muy clara y el estribillo te facilitará la memorización.
- ABC, de The Jackson Five. Esta canción de 1970, en la cual aparece un Michael Jackson adolescente junto a su familia, es ideal para aprender el alfabeto y algunos números. De hecho, la pronunciación clara y el estribillo pegadizo la convierten en una canción perfecta para aprender inglés. Además, este tema conquistó el primer lugar en la Billboard Hot 100 y mantuvo su primacía durante dos semanas consecutivas.
- All together now, de The Beatles. Se trata de una de las mejores canciones para aprender inglés. El célebre grupo británico sacó este tema a la luz en el año 1969 y muy pronto se convirtió en un éxito mundial. Sin duda, tiene un ritmo muy pegadizo y una letra muy sencilla, que casi recuerda las canciones infantiles, por lo que es perfecta para quienes estén dando sus primeros pasos en el inglés.
- The boy does nothing, de Alesha Dixon. Fue el primer sencillo extraído del álbum “The Alesha Show” de 2008. Se trata de un motivo musical muy pegadizo en el cual la cantante habla de un chico atacado por la apatía, que no quiere hacer nada, ni lavarse, ni peinarse. Es una canción interesante para aprender inglés ya que hace referencia a muchas de las actividades cotidianas.
- On the desk, de Los Toreros Muertos. Este tema del popular grupo madrileño que forma parte del disco “Por Biafra” de 1987, es una canción muy divertida para aprender inglés. De hecho, todo el tema se desarrolla como si fuera una lección en la que el cantante es corregido cuando comete errores al pronunciar frases sencillas en este idioma.