Canciones y fondos de inversión: ¿una nueva tendencia en la industria musical?
La industria musical, que pronto llevará un año sin casi ingresos debido al cese de conciertos, está viviendo un nuevo boom que atrae a grandes inversores: la venta de catálogos de grandes artistas.
Canciones y fondos de inversión: ¿una nueva tendencia en la industria musical?
APM
20 enero, 2021
Actualidad, Destacados, Noticias
La industria musical, que pronto llevará un año sin casi ingresos debido al cese de conciertos, está viviendo un nuevo boom que atrae a grandes inversores: la venta de catálogos de grandes artistas.
Bob Dylan fue el primero. Vendió su catálogo editorial de 600 canciones a Universal Publishing Music (Vivendi) por una cantidad que podría estar cerca de los 300 millones de dólares, según publicó The New York Times.
Tras él, y apenas un mes después, se conocía que Neil Young acababa de vender la mitad de los derechos de su catálogo musical, que comprende unas 1.180 canciones a la compañía británica de inversiones Hipgnosis Songs Fund. El acuerdo se podría haber cerrado por unos 50 millones de dólares, según la revista Variety.
Y no son los únicos. Hace unos días también conocíamos que Shakira ha vendido los derechos de todas sus canciones al fondo de inversión Hipgnosis Songs Fund, siguiendo la estela de Neil Young. La transacción incluyó 145 canciones y, en este caso, no trascendió el importe del acuerdo.
Y todavía hay más. Lindsay Buckingham, de Fleetwood Mac, Dave Stewart (Eurythmics), Debbie Harry (Blondie), Chryssie Hynde (Pretenders), The Chainsmokers o Mark Ronson también se han sumado a esta nueva tendencia.
¿Por qué se está produciendo este fenómeno?
Según la revista Billboard, la combinación de tecnología y coyuntura económica ha empezado a ser interesante en el mercado de compra de catálogos. El crecimiento de los datos disponibles sobre el consumo en streaming y descargas de canciones permiten calcular su valor y predecir los ingresos que cada tema generará en el futuro. Este es, según el medio especializado, la primera razón, pero hay más.
El contexto de los tipos bajos de interés también afecta a que sea una inversión rentable. Además, el consumo digital facilita la manera en que se administra el cobro de la remuneración económica generada por la explotación o uso de las obras.
Esto está totalmente relacionado con el hecho que las compras de catálogos anunciadas hasta la fecha son de artistas consolidados que continúan generando ingresos.
Para los artistas parece que también son todo ventajas. Obtienen liquidez de forma inmediata, algo interesante en el contexto actual sin actividad en directo, frente a explotación a largo plazo.