Tenía en casa una rama que recogí un día en la playa. El caso es que cuando la vi me gustó mucho. En realidad es una raíz, de castaño diría yo y las formas que tenía me llamaron mucho la atención.
Después de un tiempo en casa sin saber que hacer con ella, decidí cortarla por la mitad ( nía forma de V), y con una de las partes se me ocurrió hacer un candelabro que sirviera también para poner unas flores.
Lo primero que hice fue limpiarla bien con un cepillo y mucha paciencia. También le quité las partes que estaban estropeadas, ya que la madera había estado mucho tiempo en contacto con el agua y eso había dañado algunas zonas.
Una vez lista, me hice con los materiales que utilizaría.
Como se puede observar son pocos y sencillos de conseguir, así que me puse manos a la obra.
Lo primero fue barnizar bien la madera una vez bien limpia y tratada.
A dos botes que tenía les hice unos asideros con cuerda de algodón pegada con loctite.
Esto sería decorativo, ya que para colgarlos utilizaría un alambre rodeando el bote, entrelazando los dos extremos en el punto de encuentro y doblando el sobrante hacia abajo para engancharlo a la madera.
A la madera le clavé unas puntas en forma de V de manera que el alambre de los botes se pudiera introducir por el orificio.
Y ya está, sencillo, rápido (exceptuando la preparación de la madera) y muuuuuuy barato. Y lo más importante, hecho por una, reciclando y con opción a diferentes usos.
¡Hasta pronto!