Para aquellos que no tienen claro si va hacer mal tiempo en las islas Cíes, este plan es perfecto. Una ruta por el casco antiguo de Cangas y un baño en sus playas cercanas.
¿Qué ver en Cangas de Morrazo?
Un pequeño recorrido por el pueblo de 1 h o una 1,5 h aproximadamente. El paseo pasa por su mercado (plaza de abastos, donde encontrarás el pescado y marisco más frescos de las rías), varios cruceiros, pequeñas iglesias y la casa Patín (un tipo de casa marinera, que sólo se ve en las Rías Baixas). Esta casa disponía de una planta baja donde se guardaban todos los aparejos de pesca, y un piso superior donde se encontraban las habitaciones y la cocina.
Otros puntos a mencionar, la excolegiata Santiago de Cangas y la capilla del Hospital (junto al paseo marítimo, fue parte de un hospital destinado a ayudar a peregrinos, pobres y enfermos).
Cogiendo ya el coche, en sus alrededores se encuentra el cruceiro del Hío (uno de los más importantes de Galicia). Este cruceiro son 3 bloques, Adám y Evan con el pasado original, la Inmaculada pisando la cabeza del dragón derrotado y la crucificación. Es singular porque es una de las pocas imágenes donde se muestra a Cristo desenclavándole de la cruz.
Sendas y miradores alrededor de Cangas
La ruta no termina sin visitar esos espectaculares acantilados, pasear por sus senderos y bañarse en sus playas. Dirige el coche hasta Os castros, donde echar unas fotos y bajar el choche un poco más abajo. Existe un parking donde dejar el coche y hay senderos marcados para bajar hasta Cabo Home o Cabo Pequeño. La idea es quedarse luego en la playa de Melide. Sin duda un acierto, estábamos prácticamente sólos en la playa, con un agua turquesa y las islas Ciés como telón de fondo. Una verdadera maravilla!
Existe un chiringuito en la playa donde comimos y nos trataron fenomenal.
Las fotos hablan por si solas, todo un pequeño paraíso escondido.
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