Hoy, 8M, Día de la Mujer Trabajadora (aunque en los últimos tiempos esta última palabra se ha borrado, al igual que incluso está pasando con la de mujer para vaciar de significado y contenido el día), toca reseña de una lectura feminista.
Nuria Varela es una autora con varios libros publicados, el más famoso es Feminismo para principiantes, que tengo entendido que, precisamente para iniciarse en el análisis y pensamiento feminista, es una opción muy recomendada. Fue en 2017 que publicó éste que hoy reseño. Por situarnos, es previo a las masivas manifestaciones feministas de 2018 y al clamor social por el juicio de "la manada". Casi todo lo que se comenta aquí sigue siendo vigente, hay cosas que han ido un poco a mejor y otras a peor. También es un libro previo al entrismo de las teorías queer en las cotas altas del poder en España. Unas "teorías" que han supuesto todo un "caballo de Troya" dentro del feminismo y que tanto daño están haciendo. Así que, en general, sigue siendo una lectura recomendable. En parte porque precisamente no analiza la basura queer que tan saturada me tiene últimamente, lo que permite recordar cuáles son todas las luchas que siguen abiertas para las mujeres y que han quedado eclipsadas con razón, porque si se diluye el significado mismo de mujer, ¿cómo luchar contra la desigualdad?.ContenidoSalomón no era sabio, Don Juan no era un héroe y Lolita no es una historia de amor. Estamos cansadas, sí. De las medio verdades y de las mentiras a medias. De los micromachismos, del velo de la igualdad y de los mitos que rodean al amor. Cansadas de pintar las paredes sin poder tocar los cimientos. Cansadas de la violencia, de todas las violencias, de los embargos, las guerras y las posguerras. De las batallas en el frente y en la retaguardia. De todas las trincheras. Cansadas del desdén, de la vieja y la nueva misoginia, de la cultura de la violación y del mansplaining, de la cultura del simulacro y de la RAE. Cansadas del silencio y del menosprecio. Cansadas del hombre económico y de la gran alfombra patriarcal que tantas vergüenzas esconde. Mucho antes de que la ola de indignación y los olores de la Primavera Árabe recorrieran el mundo, muchas mujeres estábamos cansadas de estar cansadas. La música nos suena. Podríamos interpretarla sin partitura y la letra apenas tiene modificaciones.
Cansadas es una mirada feminista que contempla recuerdos, reflexiones, reportajes, artículos, notas de viaje y conversaciones a lo largo de una década en la que hemos llegado a estar hartas de tanta impunidad y tanta política de la crueldad. Nos hemos hecho mayores y no nos gusta lo que vemos. Es tiempo de nuestra propia reacción. Hemos sido hormigas. Ya es hora de que nos toque ser cigarras.ReseñaDel mismo modo que lo escrito como "Contenido" aquí arriba resulta un pelín caótico, el libro también lo es. En cierto modo se puede tomar como una recopilación de anotaciones de diversa índole de la autora. No hay un hilo conductor en los capítulos más allá del enfoque feminista, falta una estructura clara, sobre todo al principio, más avanzado ya sí quedan mejor enmarcados los temas. Sin duda, aquí está la parte más criticable del libro. Todo lo demás me ha parecido realmente interesante.
El libro toca todos los temas del feminismo de manera más escueta o más desarrollada. En el resumen de arriba tenéis una enumeración que diría que no se deja ninguno de los puntos tratados. La autora va comentándolos aportando datos, citas de estudios o reflexiones de otras tantas autoras. Al final del libro hay una amplia bibliografía que podría servir de punto de partida para ampliar la biblioteca feminista con obras referenciadas de Amelia Valcárcel, Silvia Federici, Ana de Miguel, Lydia Cacho o Celia Amorós entre muchos otros nombres.
Sí que hay dos capítulos que se salen un poco de este enfoque más disperso y hacen un poco de autobiografía de la autora. El capítulo #3 se titula "Memorias de una asesora del Ministerio de Igualdad" y cuenta lo que vivió en dicho puesto cuando se creó el primer Ministerio de Igualdad de la historia con el Gobierno de Zapatero y la denostada Bibiana Aído al frente del mismo. Un Ministerio que fue vapuleado por la derecha, política y mediática, que se criticaba por cada cosa que hacían y decían. La Ley del Aborto como principal caballo de batalla. Su desaparición cuando llegó la crisis y pasó a ser parte del Ministerio de Sanidad. Sin duda, una parte de nuestra historia reciente de la que no había leído nada "desde dentro". Recuerdo las polémicas ridículas, la batalla contra el matrimonio homosexual y el aborto por parte de la derecha, pero poco más. Me ha parecido muy interesante y más visto con la perspectiva del tiempo pasado.
En el capítulo #4, "Cansadas de la violencia", la autora hace lo mismo con sus recuerdos como reportera de guerra en Bosnia e Irak, con los talibanes de Afganistán y con la situación de los feminicidios de Ciudad Juárez. Las historias de este capítulo son, por supuesto, brutales. Especialmente doloroso de leer ahora es la parte de Afganistán. Hace algo más de un año que han vuelto al poder los talibanes y lo poquito que habían avanzado las mujeres allí ha sufrido un retroceso terrorífico. Debe estar siendo terrible, rozar con la punta de los dedos un futuro y que te lo arrebaten de un plumazo. Y el mundo decidido a ignorarlo. También se toca la crítica al velo o la mutilación genital femenina. Sin duda, un capítulo especialmente duro.
En el resto del libro toca muchísimos más temas. En el capítulo #2 de título "¿Por qué no puedo olvidar a Lola Muñones?" se centra en el mito del amor romántico. Parte de un relato de 1987 de Maruja Torres en que creó a ese personaje llamado Lola, una mujer que se mutilaba para ganarse el afecto masculino, haciéndose cada vez más pequeña y dependiente. También se tocan aquí los micromachismos.
Luego dedica el capítulo #5 a "Cansadas de la nueva misoginia" que va acompañada de la cultura del simulacro (creer que ya hemos alcanzado la igualdad es una gran mentira, un simulacro), del silencio como mandato patriarcal, de la misoginia encerrada en las obras de importantes autores masculinos, de la cultura de la violación o de la trampa que supone el consentimiento (tema más actual que nunca ahora que estamos viendo la cagada de Ley del Sí es Sí que defienden por poner el consentimiento en el centro, sin que esto sea nada realmente positivo).
El penúltimo capítulo, el #6, es "Cansadas de no tener". Un capítulo dedicado a la economía, sobre todo poniendo el acento en lo invisible y no remunerado de los cuidados, el gigante escondido. "¿Quién le hacía la cena a Adam Smith?". ¿Quién asume la responsabilidad de cuidar? La maternidad retrasada es otro tema que se toca junto a la patraña de la conciliación. Temas que siguen sin ser resueltos y que, de hecho, van a peor.
Así, quedan por mencionar los capítulos #1 y #7 como introducción y conclusión. Son los más batiburrillo de conceptos pero enmarcan bastante bien el libro, visto en perspectiva tras la lectura.
En definitiva, un libro sobre feminismo ligero, con una prosa directa y clara. Se pasan sus cerca de 200 páginas en un suspiro. Sí que puede ser necesario parar, pero porque hay puntos en los que te cabreas o sufres con lo que narra. Hay algún puntillo en el que discrepo con la autora y creo que podría haber pulido un poco más su estructura y su organización de ideas. Con todo, un libro para releer y del que coger referencias para futuras lecturas.