El cansancio físico y mental son factores determinantes a la hora de medir el éxito deportivo. Hay una conexión irrefutable entre nuestro sistema nervioso y muscular de la cual no podemos obviarla. ¿Cuál se produce primero? ¿El cansancio físico o mental? Lo que es más, ¿se pueden medir para ver cómo nos afecta? Veamos las respuestas a estas y otras cuestiones de interés.
El cansancio físico y mental dependen del deporte que practiques
Pensando en esto, ambos tipos de fatiga siempre estarán presentes en cualquier disciplina en la que participemos. La variación estará siempre en la implicación cognitiva y muscular que requiera cada deporte. El futbol por ejemplo, requiere una gran implicación física y una muy variada actividad mental, debido a la diversidad de estímulos ambientales.
Pero, si hablamos de ciclismo, la estimulación exterior es casi nula por lo que la implicación cognitiva es menor. Aunque factores como la motivación y la persistencia en una prueba ponen a trabajar constantemente nuestro cerebro.
El cansancio físico y mental sigue siendo el epicentro de muchos estudios científicos que tratan de esclarecer los factores envueltos en este proceso. Hasta los momentos, algunos estudios muestran que la suplementación con cafeína puede aumentar la cognición y reducir la sensación de fatiga mental y física. Pero, ¿qué más demuestra la evidencia científica?
El papel de la fatiga en el rendimiento deportivo
En el reino Unido se ha llevado a cabo un estudio para tratar de comparar la relación entre los dos tipos de fatiga fundamentales. El estudio se llevó a cabo en la Universidad de Northumbria por el Dr. Kevin Thomas y su equipo de investigación y se centró en medir lo siguiente:
- La fatiga periférica: Es la típica fatiga muscular que se produce debido a los diversos mecanismos envueltos en el trabajo muscular.
- Fatiga central: Es un tipo de fatiga que afecta de igual forma los músculos pero por la inducción del sistema nervioso central. La corteza cerebral y la médula espinal trabajan en conjunto para disminuir la actividad muscular aminorando la fuerza de contracción de los músculos.
En el estudio, 12 ciclistas 3 tipos de entrenamiento en bicicleta hasta llegar a la fatiga. Estos tuvieron una duración de 3, 11, y 42 minutos cada uno. En los diversos protocolos usados se realizó la medición de la máxima capacidad para producir fuerza una vez terminado dicho entrenamiento. El resultado arrojó que había una pérdida considerable de fuerza de un 15%.
Lo mismo sucedió en los 3 tipos de entrenamiento, no obstante, aunque la pérdida de fuerza fue similar no se trataba de los mismos resultados. Simplemente se estaba comparando a través de dos técnicas la fatiga periférica de la central en cada uno de los protocolos. Pero, el denominador común que surgió es que mientras más prolongado es el ejercicio la fatiga mental suele aumentar.
El cansancio físico y mental - ¿Es posible medirlo?
A través del uso de electromiografía se puede llegar a cuantificar la fatiga periférica a nivel de los músculos. Esto fue lo que se hizo en el estudio antes mencionado, aplicando estímulos eléctricos sobre el nervio del vasto medial oblicuo. El cambio en la fuerza de contracción antes y después de la estimulación eléctrica llegó a indicar cuanta fatiga había en este componente.
Ahora bien, para ver la actuación de la fatiga central se utilizó otra técnica diferente, en este caso la llamada estimulación magnética transcraneal. Esta consiste también en la inducción de un estímulo eléctrico, pero esta vez a nivel cerebral con el fin de enviar al musculo una señal de contracción.
Al observar como cambiaba la amplitud de la señal pudieron medir el cambio en la fatiga central del sistema nervioso. Claro está, se necesita saber más sobre estas interacciones con el fin de ver cómo reducir o la una o la otra a fin de rendir más, sea en el ciclismo o en cualquier otra actividad deportiva. Por esta razón ¿Qué esfuerzos causan un mayor cansancio físico y mental?
Esfuerzos que generan mayor fatiga
Los estudios realizados indicaron que 3 minutos de ejercicio en bici a máxima intensidad causaba el mayor índice de fatiga muscular (fatiga periférica). En otras palabras, los esfuerzos de corta duración y máxima intensidad generan mayor fatiga física. Mientras que los esfuerzos de mayor duración, sean de intensidad alta, moderada o baja, producen mayor fatiga mental que física.
La acumulación gradual de productos de desecho dentro del musculo (lactato, ATP, protones) produce señales que viajan al cerebro y que se asimilan como fatiga muscular. Por su parte, el sistema nervioso central responde enviando señales que interfieren en la contracción muscular aminorando su intensidad.
Conclusión
Son muchos, muy variables y complejos los elementos que intervienen en la fatiga. No es posible identificar si el cansancio físico y mental van a la par, o si uno llega primero que el otro.
Lo que si es cierto, y está comprobado, es que los ejercicios más prolongados causarán que la fatiga mental nos venza primero. Mientras que los ejercicios cortos, así sean intensos, hacen que primero se cansen los músculos mientras que la actitud mental se mantiene activa.
Un claro ejemplo lo encontramos en la vida misma: cuando realizamos interminables jornadas de trabajo o de estudio ininterrumpidos la fatiga mental se apodera de nosotros. Por el contrario, realizar breves y frecuentes descansos aumenta la productividad, sea de trabajo físico o cognitivo.
Por esta razón, es importante que tengas claro cómo nos afecta la fisiología del cerebro y nuestro sistema muscular. De esta manera podrás diferenciar entre el cansancio físico y mental combinar diversos tipos de entrenamiento junto con descansos periódicos con el fin de aumentar nuestro rendimiento deportivo.