He escrito y borrado esta entrada un total de cinco veces. En ocasiones volvía del campo con todo dándome vueltas( soy una persona quizás muy reflexiva y observadora) y me desahogaba, pero al día siguiente la eliminaba. Finalmente me he decidido a dar el paso al frente y publicarla, lo siento pero es lo que pienso, que me lluevan palos: estoy aburrido no, lo siguiente.
Nunca me cansaría de la naturaleza, de su observación y disfrute, pero si que estoy cansado del ambiente de los compañeros naturalistas y la pedantería y pesadez que atesoran muchos. Por ello he optado por ir al campo muchas más veces solo o en íntima compañía. Gozo de de la filosofía de los naturalistas mayores de 35 pero por lo general me ha cansado la compañía de gente de mi edad.Iré a aglomeraciones si la causa lo justifica( voluntariado, charla, ayudar a lo que sea), pero en mis ratos libres quiero disfrutar de la naturaleza, no acabar con la cabeza como un bombo. Ha llegado un punto en que no disfruto. Lo siento pero para dolores de cabeza ya tengo la vida diaria y sus problemas, al campo voy en búsqueda de paz.
Me he dado cuenta hace un tiempo de que las conversaciones entre amantes de la naturaleza consisten en un continuo ver ” quién la tiene más grande”, y eso me aburre mucho. A mí me gusta aprender de los que saben, pero no me gusta la gente que va de sabelotodo y menos aún si tienen veintipocos años y lo que deben hacer es preguntarse mil y una cosas y tener infinitas ganas de aprender, no competir a ver quién sabe más. La típica conversación que puede repetirse en un día de campo con más gente es como lo relato ahora, y se acentúa todo más si es la primera vez que se ven y como digo tienen que ver ” quién la tiene más grande”:
- Pues el año pasado vi un águila real en Mordor del Rio.
-¿Si? Pues yo vi dos en el parque nacional Periquito Dïaz, y el mes pasado vi cuatro águilas perdiceras y una manada de lobos.
-¿Si¿ Qué suerte, pues cuando yo estuve en el Congo belga vi cuatro leones y cinco leopardos.
-¿Si? Qué pena, me falta ir a África, pero cuando estuve en el Amazonas dos meses vi un jaguar y anacondas.
-¿Y al gato lo has visto?(gato es el lince ibérico en la jerga campera). Yo los veo siempre que quiero.
- Ala pues que va me falta pero tengo ganas de verlo.
En este punto el improvisado contendiente siente su pecho hincharse y respira tranquilo, sigue siendo el más guay del corral, ya esa noche duerme tranquilo. A veces estas contiendas absurdas pueden tener otra temática como el equipo óptico, los viajes que han hecho,etc. Otra cosa que he percibido común es un recelo a la primera impresión, luego ya será lo que sea, pero de primeras unos van a pillarse a otros para autodemostrarse que saben más y el otro no tiene ni idea o lo que pasa es que tiene muy buen equipo óptico.
Otra cosa muy común es hablar de lo mismo hasta provocar dolor de cabeza, oye que a mí ya digo que mi pasión es la naturaleza pero hombre valoro más estar con gente para echarme unas risas, que sabe hablar de otras cosas, que puedes hablar de cosas amenas…y no que hay gente que son monotemáticos, es más, no les busques para hablar de otro tema porque te lo dicen, que ellos no tienen grandes conocimientos de literatura, ni de series, ni cine, ni fútbol ni nada… animales 24 h y punto. Pueden pasarse 24 h contándote lo mismo una y otra vez, todos los animales que han visto o todo lo que ha pasado con todas las especies del orbe en el último año. Imaginad(que me ha pasado) un viaje de seis horas en coche con una persona que solo habla de animales y de todo lo que ha visto y lo que sabe, y que cuando la conversación deriva a otras cosas velozmente te salta con la cría en cautividad del comepiedras volador para volver a calentar la cabeza. En general me he dado cuenta que la gente es muy así en todo, hablan de sí mismos todo el tiempo, os propongo contar cuantas veces en una conversación una persona dice yo soy,yo tengo,yo he estado, pues yo cuando estuve en,yo he visto…y frases de ese tipo. A estas personas también les encanta poner fotos de ellos mismos con todo tipo de animales en sus manos, o en la naturaleza, o llenos de barro, o con ropa de camuflaje… vaya postureo se gastan algunos. Yo hace tiempo que también abandoné eso, no soy ningún universitario deseoso de ligar ni impresionar a nadie.
Entre colectivos e ideologías naturalistas he visto mayor confrontación que entre políticos, religiones y todo lo demás. Al campo se debe ir con una ética bien clara, pero hay gente con la que no vas tranquilo porque hagas lo que hagas parece que lo estás haciendo mal o te van a reñir, uno tiene miedo de pisar el suelo, pero ojo, que luego les pillas a ellos haciendo lo contrario a lo que defienden, eso también es muy común. No puedo ir por el campo así de intranquilo, tranquilos que no voy a arrancar una orquídea o acercarme a un nido con aves criando, es obvio, pero entre animalistas,cazadores, los que les gusta coger animales para observarlos mejor, los que no quieren que toques nada porque no eres nadie, los que no quieren encontrarse a nadie en el campo porque parece que es de ellos… es un mundo, lo mejor es ir uno solo y estar a gusto.
Un aspecto que me produce saturación y que veo muy común en los jóvenes( no así en los mayores, que suelen tener un poso reflexivo mayor y saborean los silencios y la paz del campo) es que constantemente están hablando y diciendo todo lo que ven y todo lo que saben. La gente friki pedante me aburre, y si son de los que continuamente necesitan que les toquen las palmas y les digan todo lo que saben me cansa, y esa gente abunda demasiado. Ir por el campo y que en cuanto veas un pájaro empiecen todos con impaciencia a decirte mira un no sé cuanto, y que si tú dices que es otra especie te miren con desprecio y se exasperen porque les has llevado la contraria y les entre ansiedad por decirte mil características por las que tienen razón no me causa disfrute,y más cuando no saben tanto como creen. Los naturalistas jóvenes suelen ser muy cabezones, se lo toman todo muy a pecho,todos quieren ser Félix Rodríguez de la Fuente cuanto antes y será muy raro que te den la razón; también suele pasar que si están con gente que sepa menos con tal de decir que lo saben todo se inventarán lo que no saben, lo cual me provoca risa si estoy al lado viendo el panorama, lo cual me ha pasado hasta en visitas guiadas por la naturaleza en las que el monitor metía cada gambazo descomunal pese a hablar con seguridad. Bueno,este tema es apasionante, cuando te equivocas lo más normal es que te salten con un “pero dónde vas, es un jurifrisqui afgano no un pepito finlandés”, a modo de …vaya cagada que has dicho, no tienes ni idea, fuera de nuestro club de gente que sabe de animales. Veo gente que compite, que quieren ser los primeros en identificar todo para imponerse en la cima de su pandilla campera, sudan si en menos de dos segundos no han dicho una especie. Un aspecto que he vivido también en estos ambientes es que si les dices que vas a viajar de turismo normal o a ver catedrales te miran como si fueras un traidor, porque algunas de estas personas no entiendan que un cuadro importante o una catedral te generen las mismas emociones que ver un águila, y que no todo es esperar horas y horas para ver un lince.
Personalmente mi camino es otro, me voy de esos ambientes. Yo disfruto de los olores, de los sonidos, de los atardeceres, de la niebla, del campo con olor a mojado, de la fotografía, de la belleza, de la búsqueda artística en la naturaleza, de la reflexión y la filosofía, de la ciencia, del aprendizaje…pero no compito,no soporto a los que se creen Indiana Jones y no llegan ni a Pajares y Esteso, ni a los que se dan así mismos una importancia y una seriedad que parece que vayan a cambiar el mundo. He conocido gente fantástica en ambientes naturalistas, tanto de los que ven aves, como los que tiran más para las flores o los que buscan huellas y señales, pero igualmente esto que he dicho tras los años de facultad y algo de post-universidad es una constante que me causa hastío.
Lo dicho, la naturaleza es lo que más me ha gustado desde que tengo uso de razón, soy biólogo vocacional, pero me aburre soberanamente el ambiente predominante entre pajareros y todo tipo de fauna humana amante de la naturaleza. No extraigo ningún disfrute ni satisfacción, mis caminos de aprendizaje son otros, el frikismo para el que lo quiera. Y ojo, que hay gente de cuarentipico o cincuentipico que son muy frikis de los pájaros o las mariposas y me encantan, porque su actitud es muy diferente y su filosofía campera es más disfrutable: se lo pasan bien con lo que les gusta sin dar lecciones ni dar la tabarra al prójimo todo el día.