Cantavieja (Teruel)

Autor de uno de los mejores blogs de historia y curiosidades que orbitan por la galaxia digital, Historias de la historia, se ha consagrado como autor de éxito. Suyos son dos recientes trabajos en forma de libro que, bajo los títulos de Nunca me aprendí la lista de los reyes godos y De lo humano y lo divino, han conseguido conectar con un amplio y cada vez mayor sector de público. Colabora con unas cuantas publicaciones (no sé de dónde saca el tiempo) y allá donde va hace gala de su pasión y dominio de la historia. Con rigor y, sobre todo, amenidad. También le podemos escuchar de madrugadas, cual vampiro radiofónico, en La rosa de los vientos (Onda Cero) y Gente Despierta (RNE) Lugares con historia vuelve a contar hoy con una colaboración de lujo. Javier Sanz, maño de origen, nos invita a embarcarnos junto a él en la máquina del tiempo para viajar al pasado y conocer los orígenes y entresijos de un destino que tira a su terruño, como no podía ser menos. Un lugar con mucha historia, sin duda. Teruel también existe y en esta ocasión lo hace para quedarse en la mente del viajero que busca una aventura diferente. De nota alta.

Vista panorámica de la ciudad de Cantavieja./manelzaera

Cantavieja, con sus poco más de 740 habitantes, puede considerarse la capital de Maestrazgo turolense. Menuda, pero no por ello dotada de un pasado lustroso en avatares que han dejado poso en las bibliotecas, está situada sobre un cerro rocoso y fue declarada Conjunto Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural por su peculiar arquitectura y por el trazado medieval de sus calles. Se respira pasado en cada uno de sus rincones. Presume de un elevado interés monumental y una rica historia que ha conocido mejores épocas a la actual. Uno de los lugares de turismo de Teruel que realmente merece la pena visitar. El origen de la población deviene antiquísimo. El hallazgo de restos arqueológicos en yacimientos neolíticos como la Cueva de los Toros o el ibérico de El Castellar así lo atestigua. También cabe destacar la presencia de pinturas rupestres en el Cerradico de Casa Granja y La Masía del Tosco. Cantavieja fue la antigua Cartago Vetus, enclave fundado por el general cartaginés Amílcar Barca cuando atravesaba estas tierras de camino a la conquista de Roma durante la I Guerra Púnica en el siglo III a.C. Pero es con la llegada de la Reconquista, con el avance cristiano frente a los musulmanes, cuando Cantavieja emerge como territorio de indudable posición estratégica. La localidad se erigió como cabeza de la encomienda de los templarios. Fue Pedro II de Aragón quien dio entrega de Cantavieja a la Orden del Temple en el año 1212. Aquí se cobijó una buena parte de los caballeros de esta orden religioso militar para defenderse el decreto de expulsión firmado por Jaime II en el año 1307, a continuación del dictado por Felipe IV en Francia.

La localidad turolense irradia un encanto que invita a ser visitada.//nuncatevasadormirsinaprenderalgonuevo.wordpress.com

Un siglo después, la localidad turolense pasó a manos de la Orden de San Juan de Jerusalén. Los hospitalarios adquirieron, además, en el paquete, los lugares de La Cañada, La Cuba, La Iglesuela, Mirambel, Tronchón y Villarluengo. En su seno permaneció hasta bien entrado el siglo XIX, fecha en la que dieron comienzo las Guerras Carlistas. Precisamente, Cantavieja se convirtió, durante el transcurso de esta contienda, en el cuartel general de las tropas del general Cabrera, apodado ‘El Tigre del Maestrazgo’. El patrimonio artístico que alberga Cantavieja llega a seducir al viajero más desconfiado. Los edificios que se diseminan a lo largo y ancho de la villa van del románico y el gótico al barroco. La plaza de Cristo Rey quizás sea la imagen más difundida de Cantavieja. Se encuentra porticada en tres de sus lados con arcos de distinto tipo. Aquí se levanta el Ayuntamiento, del siglo XVI, que en su interior acoge un bello artesonado de madera. En este mismo lugar se alza la iglesia de la Asunción, que data del siglo XVII; tiene ampliaciones del XVIII.

La arquitectura popular de Cantavieja llama la atención del viajero.

En un paseo por el casco antiguo de Cantavieja, cercado por una muralla, el viajero también puede disfrutar de la contemplación y visita de otra iglesia, la dedicada a San Miguel (siglo XV), con su hospital anexo y la ermita barroca de la Virgen de Loreto. Así como de una gran variedad de casas nobiliarias con portadas de arcos adovelados, como la casa Zurita o la Casa del Bayle, donde residió el general Cabrera. De aquella morada queda la portada de piedra, reinstalada en el cuartel de la Guardia Civil. Aunque el edificio más antiguo del lugar es el castillo de Cantavieja, o más bien lo que queda de él. Emplazado en un alto que presenta una peculiar planta triangular, padeció notables daños en el siglo XIX, durante las Guerras Carlistas. Su interior incluye la ermita del Calvario, en un torreón circular. Hay también un buen número de pequeñas ermitas que resultan interesantes: San Blas, Santa Bárbara, San Cristóbal, San Juan del Barranco, San Antonio o Toledo. Así como masías fortificadas. Y en las afueras se reparten molinos y batanes. Lugares con historia de Teruel, en definitiva, de obligada visita si se deambula por Aragón. Dónde dormir: Hotel Balfagón: Avda. Maestrazgo, s/n; Cantavieja (Teruel); teléfono: 964185076. Dónde comer: Restaurante Cuatro Vientos: Avda. Maestrazgo, s/n; Cantavieja (Teruel); teléfono: 964185079.