Emre Can empezó a jugar en el modesto SV Blau-Gelb de Frankfurt. Allí lo descubrió el Eintracht, el equipo más poderoso de la capital financiera de Alemania. Pero sólo pudo disfrutar de él tres años (2006-2009). El Bayern le fichó y le incorporó a su filial. Emre Can ha sido internacional en las categorías inferiores de la selección alemana. El año pasado, lideró como capitán a Alemania en el Europeo sub-17, donde llegaron a la final cayendo contra Holanda. Durante el verano de ese 2011 llegó el gran escaparate para los grandes jugadores juveniles: el Mundial sub-17. La selección alemana partía como favorita gracias al gran elenco de promesas que atesora. Además, su estilo de juego, similar al de la absoluta,les hacía un rival temible para sus oponentes. Emre Can, llevó el timón de su equipo ayudado por otras grandes promesas, como el delantero, también de origen turco, Samed Yesil. Alemania fue triturando rivales hasta la final en la que caería 3-2 frente a la anfitriona México. En esa final, Emre Can dejó muestras de su tremenda calidad con un gran gol.
Este centrocampista del Bayern Múnich es un jugador con un gran poderío físico y con mucha presencia en la medular de sus equipos. Pero lo que más llama la atención para un jugador de sus características físicas, es su maravillosa calidad técnica. Es capaz de realizar verdaderas virguerías con el balón como si de un jugador de fútbol sala se tratase. Tiene buena visión de juego, llegada al área, fuerte disparo y capacidad de liderazgo. Un ‘jugador total’,capaz de adaptarse a numerosas funciones en el terreno de juego. No obstante,debido a su juventud, todavía tiene aspectos que pulir. En ocasiones, hace mal uso de su maravillosa técnica con el balón, buscando un juego demasiado visual y poco efectivo. Por otro lado, tiene una portentosa arrancada, pero puede adolecer de cierta lentitud en alguno de sus movimientos, algo por otro lado lógico, debido a su envergadura. Emre Can deberá ir limando esos pequeños defectos, porque tiene las condiciones físicas y técnicas necesarias para liderar el fútbol germano en muy pocos años.
El año pasado ya debutó con el primer equipo, jugando la final de la Supercopa de Alemania, nada menos que frente al Borussia de Dortmund. Este año, en que Jupp Heynckes quería darle protagonismo, ha tenido el serio inconveniente de una lesión en los ligamentos del tobillo que le han dejado 'KO', aunque ahora espera recuperar el tiempo perdido.
Fuente: MD / Mercafutbol.com