Revista Cultura y Ocio

Cántico Espiritual B. Progreso lírico y experiencial de san Juan de la Cruz

Por Maria Jose Pérez González @BlogTeresa

Dentro de la 46ª Semana Sanjuanista de Úbeda este martes 24 de octubre, tuvo lugar la segunda conferencia, a cargo de Fr. Antonio Ángel Sánchez Cabezas, OCD, titulada:  «Cántico B: mucho más que una adaptación pedagógica; progreso lírico y experiencial de san Juan de la Cruz» 

Fr. Antonio Ángel Sánchez Cabezas es Lic. en Teología por la Facultad de Granada en 1998, hizo la especialización en Espiritualidad en el Centro Internacional Teresiano-Sanjuanista de Ávila (CITeS) y la U. P. de Comillas (Madrid).

La larga elaboración del poema y del comentario en prosa que conocemos como “Cántico espiritual” y las muchas revisiones que san Juan de la Cruz le dedicó, hasta el punto de dejarnos tres versiones del mismo (Cántico A, A’ y B), no se explican solo ni principalmente —como ha sido opinión predominante— por su afán pedagógico, por un cambio de papeles entre el poeta y el maestro de espíritus; de modo que las primeras versiones valdrían más por la efusión lírica de la propia experiencia íntima, mientras que la última (Cántico B) ‘solo’ como adaptación pedagógica y a costa de parte importante de dicha efusión. Por el contrario, esta conferencia quiere mostrar, en primer lugar, el valor lírico y experiencial del nuevo orden del poema, pues conlleva un reforzamiento alegórico con verdadero valor poético y místico (aunque solo añada una estrofa (CB 11) y corrija una palabra en el resto de las 39); se cumple así lo que nuestro mismo santo dijo, acerca de las palabras tan sublimes de sus canciones: “unas veces me las daba Dios y otras las buscaba yo”. En segundo lugar, se mostrará cómo los muchos añadidos y correcciones a los comentarios en prosa, hechos en Cántico B, revelan algunos de los mayores progresos en la vivencia e interpretación de su propia experiencia del Dios revelado en Jesucristo y, entre las principales consecuencias de esto, en una imagen y concepción del hombre mucho menos espiritualista y mucho más humana y encarnada.


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