DISTANCIA TOTAL 16 KILÓMETROS
DESNIVEL ACUMULADO: 1.300 METROSNOTA: Recorrido con cierta dificultad de orientación ya que los senderos se encuentran muy perdidos o directamente no existen.
Deciros que en el descenso si no os queréis complicar la vida podeis bajar, desde la cumbre del Cantu l Osu a las proximidades de Brañagallones y recorrer toda la pista hasta Bezanes (pero los que me conocéis bien, sabéis que yo odio las pistas y las evito siempre que puedo)
Otro tramo comprometido es la Senda Raneu ya que al ser cara norte suele estar mojada, por lo que hay que tener algo de precaución sobretodo si se hace en descenso. También hay que fijarse cuando se debe de abandonar la Travesera que hicimos en el descenso.
PLANO DEL RECORRIDO
Dejamos el vehículo en la localidad casina de Bezanes, en el amplio aparcamiento que hay justo a la entrada del pueblo (650 m).
Tomamos la primera bifurcación a la izquierda, pasando por la Barriada Acullá, en busca de la parte más oriental del pueblo.
La pista discurre paralela a la carretera general y al Nalón durante este primer tramo, mientras dejamos a nuestras espaldas el pueblo de Bezanes.
Luego da un giro al Sur para adentrarse en el valle de Valdelavara. Que en un primer tramo ascenderemos a la derecha del arroyo (margen izquierda hidrográfica)
Cambiamos de margen donde un rústico puente (700 m.) que no es necesario cruzar ya que la pista vadea el arroyo que apenas lleva agua.
La pista continua dejando el fondo del valle a la derecha y acentuándose el ascenso.
Existen varios cruces que obviamos hasta llegar al punto donde la pista hace una pronunciada curva a nuestra izquierda para ascender monte arriba. En dicha curva nosotros tomamos un sendero que sigue valle arriba.
El sendero muere en una pradería (870 M.) ahora ya tomada por los helechos. El camino parecía continuar en la misma dirección pero está tomado totalmente por la vegetación siendo imposible continuar por el. Así que desde la pradería nos lanzamos al fondo del valle a ver si encontramos paso.
Al llegar al cauce del arroyo vemos en la otra vertiente las fincas de la majada Valdelavara, donde vemos alguna cabaña de esta majada en perfecto estado, por lo que nos da la impresión que en el puente que cruzamos al principio del valle debimos seguir por un camino que ascendía por la derecha (margen izquierda hidrológica) y no haber cruzado el puente.
Seguimos ahora valle arriba pegados al cauce donde se intuye un pequeño sendero.
Un tramo este bastante bonito.
Aguas arriba volvemos a entroncar con el camino principal (que imagino esta a tramos perdido por el abandono y la vegetación).
Seguimos por el atravesando el hayedo y siempre dejando el arroyo a nuestra izquierda.
El camino bien marcado cruza el arroyo en una fuerte revuelta y pasa al margen contraria ascendiendo con otra revuelta ladera arriba. Pero se adentra en una zona de piornos que son totalmente impenetrables y que nos hacen desistir en nuestro intento de seguir el antiguo camino que asciende a la majada de Biforcos.
Nuevamente bajamos al cauce y seguimos por el fondo aprovechando el hayedo que cubre el fondo del valle y que no deja crecer la maleza.
No hay mal que por bien no venga ya que el fondo del valle en este tramo forma una preciosa foz y es espectacular y para nada dificultoso el avance por el.
Terminada la angostura, buscamos salida por nuestra ladera izquierda intentando ver si conseguimos volver al camino. Efectivamente entroncamos con el junto a una cabaña que nos anuncia la proximidad de la majada Biforcos (1.060 m.).
Tras la cabaña vemos el núcleo principal de la majada Biforcos. Un precioso claro de pastos rodeado de guapos hayedos que en esta época visten con sus mejores galas.
Una pena ver como esta majada está en franco abandono. Aunque tres las cabañas aún se conservan en buen estado, viendo como está el acceso y como ya los piornos empiezan a devorar la pradería, nos hace presagiar su pronta desaparición.
Nos dirigimos a la parte más meridional de la majada, para adentrarnos en el hayedo del Monte Biforcos. Toca remontar unos 300 m de desnivel por el bosque.
Tras unos metros de tanteo encontramos la huella de un claro sendero que a veces se pierde un poco en la hojarasca, y que nos conducirán a la parte alta del hayedo.
El sendero marca continuos zig-zag para salvar el fuerte desnivel, haciendo de esta forma muy llevadera la ascensión.
El bosque es realmente espectacular.
El primer tramo de ascensión es con marcada dirección noroeste y nos da la sensación que nos va a alzar a la zona cumbrera, pero el camino ira girando hacia nuestra izquierda paulatinamente
hasta terminar tomando una clara dirección sur, recorriendo una zona más umbría del hayedo.
Antes de llegar a Les Collaes tenemos una buena fuente (1.360 m.) en el límite del hayedo.
Salimos a Les Collaes (1382 m), ganando así la cuerda de la Sierra Fuentes. Esta sierra de fuentes es un cordal que se desgaja en dirección sureste del Cantu del Oso y que separa las aguas del valle de la Ablanosa del de Biforcos.
Tomamos rumbo Suroeste, siguiendo la cuerda de la Sierra Fuentes.
A nuestras espaldas las vistas empiezan a ser grandiosas, destacando a partir de ahora el Tiatordos
Hay tramos que hemos de abandonar la cumbrera y dejarnos caer hacia la derecha como este tramo en el que nos adentramos en un hayedo.
A la salida del bosque se pierde el sendero. Lo mejor es siempre que se pueda buscar la cimera de la sierra.
Un pequeño descenso hasta un collado (1.485 m.) a los pies del Cuetón, cumbre más afilada de esta alomada sierra y que bordearemos por el hayedo de la derecha.
Dentro del hayedo recuperamos el sendero que está poco usado.
Nos dirigimos al siguiente collado: La Collaína Baxu, situado entre El Cuetón que estamos bordeando y el Cerro Fuentes. (aquí perdimos la senda y nos metimos entre bastante maleza)
En la foto estamos recorriendo La amplia Collaína Baxu (1530 m).
Desde la Collaina Baxu vemos nuestro siguiente destino: ascender a un amplio hombro un poco por debajo y a la derecha del Collado Fuentes, a donde se dirige el camín principal.
Desde dicho hombro (1.580 m.) echamos un vistazo atrás y vemos parte del camino recorrido.
La ascensión que haremos a la cumbre del Cantu l'Osu será a través de la conocida Senda Ranéu. Esta vertical senda salva los a simple vista infranqueables farallones de la cara norte de la sierra Pintacanales,
Hay que buscar el marcado sendero que desde donde estamos atraviesa una zona de incómodo piorno y que si no damos con el nos dificultaría el avance hasta situarnos al pie de los desventíos septentrionales de la sierra Pintacanales donde buscaremos el arranque de la senda Raneu.
Nos arrimamos a la base de los murallones, donde encontramos los restos de cabañas mimetizadas entre los bloques que se desgajan de la peña y donde encontramos una coqueta fuente .
Nos pegamos a la vertical vertiente de la sierra y seguimos paralelos a ella en dirección Oeste, en busca del arranque de la senda Raneu.
Unos jitos y un sendero a nuestra izquierda en el punto donde la caliza da una tregua nos indica el arranque de la Senda Raneu.
Muy inclinada y resbaladiza, nos obliga a tener algo de cuidado, en especial si la hacemos en descenso, mucho cuidado también con algo de piedra suelta que podemos lanzar a nuestros compañeros.
La parte final de la senda, esta asciende encajonada por una canaluca muy pindia pero en la que ya no tenemos la sensación aérea que hemos tenido en el primer tramo.
Salimos de la senda por la Muezca Entrerregueros (1650 m) alcanzando la cumbrera de la sierra de Pintacanales que desciende desde su parte culminante: la Cumbre del Cantu l Oso hasta las profundidades del Río Monasterio.
Ya sin perdida alguna, por donde mejor nos parezca ascendemos lo que nos queda hasta la cumbre del Cantu l Osu.
Cumbre del Cantu'l Osu (1796 m).
Vistas desde la cumbre:
Seguimos nuestro recorrido, y nos dirigimos en dirección sur (S) en busca del Collao la Muezca o Muezca Raneu un pequeño paso abierto en este cordal calizo que une el Cantu l Osu con la sierra de Pries y que nos permite devolar esta cresta hacia su vertiente oriental, que se precipita sobre el valle de la Ablanosa.
A nuestros pies vemos también un pequeño tramo de la preciosa travesera que recorre la vertiente oriental de la cumbre y que recorreremos en breve.
El tramo hasta la muezca , por lo menos por donde lo atravesamos nosotros es muy incómodo, la caliza está muy quebrada y con muchas grietas. Quizá lo mejor sea perder bastante altura y remontar en la vertical de la muezca...
Collado la Muezca (1685 m). Lo devolamos entrando en la más agreste vertiente oriental que cae sobre el valle de la Ablanosa.
Unos metros por debajo de este paso, arrancan unas traviesas herbosas que discurren dirección norte-sur paralelas a la vertical cresta que culmina en el Cantu l' Osu. Por dicha traviesa discurre una pequeña vereda mediante la cual la recorreremos.
La traviesa es espectacular.
Este pasillo discurre entre la vertical peña a nuestra izquierda y las impresionantes caídas a nuestra derecha sobre el Bosque de Fabucao.
La traviesa en su último tramo se pone muy vertical y aunque parece que hay sendero, este es más bien de rebecos y nada aconsejable, así que hemos de buscar el punto donde descender varios metros de altura en busca de un sendero que discurre paralelo a nosotros y que nos llevaría cómodamente hasta el collado Fuentes.
Alcanzamos el Collaín de Fuentes (1.610 m.), desde el echamos un vistazo atrás para ver la bonita traviesa.
Desde el Collaín de Fuentes descendemos por la vertiente norte del Cerro Fuentes, al amplio hombro por el que pasamos a la mañana. Una vez alcanzado dicho hombro, seguiremos dirección Norte en busca de la Cordal del Coto Abeyar, que separa el Valle de Valdelavara, por el que ascendimos a la mañana, del Valle de La Trapa, por donde discurre el Río Monasterio.
En este tramo tenemos ausencia total de sendero, bajando directamente por una llomba cubierta de vegetación, hacia el hayedo donde emergen unos crestones calizos a los cuales hemos de alzarnos.
Alcanzamos un collado (1.469 m.) justo a la entrada de un hayedo por el que buscaremos la arista caliza de la Xerra el Pingaratu (1.485m.).
la caliza tiene tramos abiertos y otros en los que nos internamos en el hayedo.
Recorremos en bonito cresteo esta afilada arista sin ningún paso difícil y con bastante amplitud para no sentir la sensación de patio.
Cuando la cresta caliza comienza a girar a la izquierda (1.400 m. aprox.) y a descender bruscamente, nosotros la abandonamos a nuestra derecha para descender al hayedo que hay en esta vertiente. Es una zona un poco vertical así que hay que buscar un paso que nos permita bajar sin apuros. Una vez dentro del hayedo, seguimos sin sendero alguno, hay que tirar un poco de intuición en busca de un collado (1350 m) dentro del hayedo.
En este collado vamos a abandonar la zona cumbrera, hemos de rodear la siguiente cota por su izquierda. Saliendo del hayedo hasta encontrar un sendero que soslaya dicha cumbre. Es terreno despejado y podemos mirar hacia atrás y ver nuestro descenso desde las proximidades de la cumbre (puntos amarillos) y la subida que realizamos por la mañana por la senda Raneu (puntos rojos).
Soslayada esta pequeña cota alcanzamos la amplia cumbrera que está ocupada por una antigua majada en la que vemos algún resto de cabañas y praderías salpicadas de hayas.
Dejamos atrás esta majada, mantenemos la misma dirección, nuevamente adentrándonos en un hayedo y siguiendo esta zona de cumbrera alcanzaremos el Colláu Monte (1.210 m.) donde vemos una cabaña muy arreglada.
Desde esta cabaña podríamos descender a la muy próxima braña de La Cardosa y enlazar con la pista que une Brañagallones con Bezanes
Pero nosotros queremos evitar esa pista, así que seguimos manteniendo la misma dirección y siguiendo lo más posible por la cumbrera, recorriendo en estos primeros metros una zona de pastos muy cómoda de andar.
Nos adentramos nuevamente en otro hayedo por el que comenzamos un fuerte descenso, durante dicho descenso encontramos un sendero bastante marcado
El camino en la parte inferior del hayedo nos muestra que era de cierta entidad, con buena caja y alguna que otra armadura.
salimos a zona abierta y dominada por la cuarcita, lo que significa que la maleza empieza a comerse el camino, que suponemos que era la principal vía de acceso a estas majadas que hemos estado, antes de la construcción de la pista.
El sendero discurre muy próximo a la cumbrera de la sierra y varios metros por encima de la pista. Rodeando por su izquierda la ultima cumbre de esta pequeña sierra: El Pico la Roñada.
Este uso antiguo lo muestra en que el camino conserva empedrado y algún vestigio de armadura en algún punto aunque muy ocultos por el piorno, que además nos dificulta en algún tramo el avance, pero bregando un poco conseguimos superarlo.
Este tramo, en el que ya estamos muy cerca de la pista, se encuentra más limpio.
Ultimos minutos de sol que disfrutamos en esta ladera de La Roñada
Doblamos un canto de la sierra y aún vemos como el camino continúa por encima de la pista hasta el siguiente canto donde al doblarlo se pierde totalmente. Aquí descenderemos hasta alcanzar la pista en el Cantu la Oración (960 m.). Este curioso nombre se debe a que desde allí se ve el cementerio y los habitantes del pueblo cuando iban a sus quehaceres hacían un alto para rezar a sus muertos.
Y ya recorremos un tramo no muy grande de pista para llegar rápidamente a Bezanes