CAPCDM. "Against modern football"

Los amantes del fútbol también en los renglones solemos tener cierta predilección por los equipos con alma. Por aquellos que transmiten los valores conservados generación tras generación o por aquellos equipos que los fueron instruyendo con el paso de los años. Hoy queremos enseñaros a aquellos que construyeron unos valores de las ruinas del fútbol moderno y apostaron por hacer perdurar las directrices que inculca el deporte en su estado más puro.

El corazón del artículo lo desvela la propia mención del actor principal de ésta historia: Club Accionariado Popular Ciudad de Murcia. Huérfano de madre, el Club de Fútbol Ciudad de Murcia será la única referencia paternal, pero será del United of Manchester, AFC Wimbledon y Unione Venezia de quienes incorpore los valores necesarios para crecer.

Debemos retroceder hasta 1999 para ver nacer al Club de Fútbol Ciudad de Murcia y verle dar los primeros pasos en Tercera Preferente de la mano de Paco Pliego. El Municipal José Barnés acogía los entrenamientos y partidos del pequeño equipo que acabó ascendiendo a Tercera División con Quique Pina al frente. Sólo dos años necesitó el club para debutar en Segunda B y uno más para consolidarse en ella y en su nuevo estadio: La Condomina.

La zurda de Pepe Aguilar señalaría el camino a un equipo que disputaría sus primeros partidos en la división de plata del fútbol español la temporada 2003/04. El objetivo en el campo pasaba por mantener la categoría y figuras destacadas como Juanma Lillo y Dani Güiza (con 37 goles en dos temporadas) lo harían posible. En los despachos el objetivo de transformar el club en una Sociedad Anónima daba sus frutos. El año 2005 trajo a Abel Resino pero también el comienzo de una serie de problemas que nadie predijo tras rozar el ascenso. Dos puntos le separaron de la élite y, seguramente, de un curso diferente de la historia.

Pero la verdadera comienza en 2006, cuando el club se disputaba por cuarto año consecutivo una plaza de ascenso a Primera División. José Luis Oltra fue el elegido para capitanear aquella misión y logró finalizar la temporada en cuarta posición. Todo fluía en lo deportivo, pero la sonrisa se torcía fuera de los campos. El Ayuntamiento se negaba a apoyar al club en la creación de las infraestructuras necesarias y el duro desenlace se precipitó tras la venta por parte de Quique Pina del club al empresario Carlos Marsá, quedando oficializada el 6 de junio de 2007, la reconversión del CF Ciudad de Murcia en Club Granada 74 SAD. Como demostró la grada el último partido de la temporada cubriendo la misma con billetes de 500 y el busto de Quique Pina en ellos, nadie deseaba aquel desenlace.

Aquella reacción fue el germen de las movilizaciones auspiciadas por la Federación de Peñas del Ciudad de Murcia y que culminarán en septiembre de 2010. Aquel día nace una nueva realidad y una nueva excusa para seguir amando el deporte. Aquel día nace, bajo la forma de gestión del accionariado popular, el Club Accionariado Popular Ciudad de Murcia con dos pilares claros: participación activa del gobierno de la entidad por parte de los aficionados y lucha contra el fútbol negocio.

Unidos socios y accionistas del club, se sigue el modelo del Public Company de Inglaterra o L'azzionariato Popolare de Italia. Con los referentes perfilados se toman las primeras decisiones: nombre, escudo e incluso entrenador serán los puntos a debatir durante los siguientes meses hasta conformar el proyecto actual. Conformado cabeza y corazón del equipo, el CAPCDM necesitaba un rostro, un cuerpo con el que echar a andar. Para ello es designado José Francisco Navarro Martínez en la dirección del club; en el banquillo el ex portero César Gálvez; y 23 jugadores elegidos mediante un proceso de selección entre más de 240 aspirantes.

Pero aún falta el primer empujón: los patrocinadores. Ejemplo de responsabilidad y conocimiento del papel social que juega el fútbol en la actualidad, desde el club se apuesta por la inclusión de pequeñas y medianas empresas en la nueva estructura, con patrocinios enfocados al comercio local en una búsqueda recíproca de los beneficios.

Actualmente ocupan la segunda posición de la Preferente Autonómica, pero para la historia quedará reconocido su éxito con la puesta en marcha de un modelo pionero. Modelo que trasladará todo el poder de decisión de los insonorizados despachos, a la grada que no ceja su apoyo cada fin de semana desde la grada.

Un ejemplo del paraíso más allá de la insulsa vida del fútbol moderno. Y no es cosa nuestra, sino del titular de su página web: "Against Modern Football".