Tenía comprada una polipiel en beige para hacerme una mochila y barajaba ideas desde hacía meses. Perfilando poco a poco mis preferencias, decidí hacer algo diferente combinando la polipiel con punto de cruz y telas tramadas japonesas. Y en este punto arriesgué dándole otra vida a un precioso estuche de boquilla que me había regalado María José (Madejas de colores). Por muy bonito que fuera, no llegaba a usarlo y lo tenía en una estantería de mi cuarto de costura para disfrutarlo siempre. A veces lo ponía del lado de Caperucita, y a veces del de la abuela, pues ambos son igualmente simpáticos. Así que en lugar de bordar yo un nuevo diseño, decidí deshacer con mucho cuidado el estuche de María José y trabajar con las formas, los colores y los detalles.
Estoy muy contenta con el resultado, pienso que me ha quedado original y muy yo, además María José no se ha disgustado, tenía ese temor. A ver qué os parece.
Os la enseño ahora sin fruncir para que podáis ver bien el diseño.
Sobre la polipiel he unido abuela y Caperucita con una tela marrón que a María José le parece una puerta, no era mi intención, pero la metáfora de su óptica es bonita. Con la misma tela he hecho unos banderines rematados con bolitas de madera. Para el resto, otra tela tramada japonesa en un precioso tono rosa.
La parte de atrás queda lisa, adornada tan sólo por los banderines.
El forro es en los mismos tonos y por supuesto lleva un bolsillo.
Os enseño por último el estuche que me regaló María José hace unos años y que yo he decidido transformar, así os dais una mejor idea del proceso creativo.
Muchísimas gracias por vuestra compañía.