Leo en The Economist que el plazo medio en que los inversores venden las acciones que han comprado en la bolsa de Nueva York ha pasado de 8 años en 1960 a sólo 4 meses en 2010.
No es de extrañar, pues, que se esté gestando un movimiento en los directivos de grandes empresas globales, para acabar con el cortoplacismo y potenciar la inversión a largo plazo. Fue Peter Drucker quien dijo que no se consigue maximizar el beneficio a largo plazo apilando buenos beneficios a corto plazo.
Cada vez más voces se levantan contra ese capitalismo especulativo, culpándolo de todos los males, paro, calentamiento global y desigualdad social incluidos.