Se habla mucho del Capitalismo como un sistema económico injusto y depredador, sin embargo, este se sustenta en una democracia formal aprobada por la inmensa mayoría. El Capitalismo es también una sistema social que penetra en todas las esferas del ser humano y aliena la percepción de la realidad con todas sus consecuencias, por lo tanto, es un sistema político que transforma las relacionas sociales y las del individuo con el mundo, reduciéndolo a un engranaje más de la máquina (Estado) y despojándolo de autonomía para convertirse en un ser dependiente de aquella.
La explosión demográfica mundial (aumentando casi el doble en menos de 45 años 1975-2019 en número de habitantes de 4000 mil millones a casi 8000 mil millones) no se podría haber dado sin el progreso. Cabe esperar que dentro de unos pocos años cuando el sistema no pueda soportar la presión demográfica mundial y se alcance el cénit de la población, el Capitalismo empiece a colapsar de forma severa, provocando escasez de recursos energéticos y naturales con todo lo que esto conlleva; hambrunas, guerras, pandemias, etc, etc. Estados totalitarios en su versión ecofascita basados en la técnica irrumpirán para sobrevivir a una catástrofe civilizatoria sin precedentes.