Una historia basada en hechos reales requiere normalmente realismo, y es brutal ver cómo Greengrass sabe moverse en este terreno. El director es capaz de dar una naturalidad casi documental a lo que rueda y al mismo tiempo crear una ficción que juega muy bien con la acción, manteniendo todo el rato la tensión. Y encima en esta peli ya no le tiembla tanto la cámara, más de uno se ahorrará un buen mareo. El film mejora a medida que avanza, ya que la segunda mitad es mucho más tensa. Aunque no sabría decir si la primera parte me soprendió menos porque el tráiler enseña demasiado. Y por último, es maravilloso ver que Tom Hanks ha encontrado de nuevo el rumbo (perdón por el chiste marino). Candidato al Óscar seguro.
Lo mejor: dos horas de tensión muy realista.
Lo peor: ¡Putos tráilers de mierda!