Acabo de liquidar todas mis acciones en euros. He capitulado.
Hasta aquí he aguantado, tratando de ser razonable y paciente, pero no puedo más. La situación con Grecia ha llegado a un punto de ebullición tal que han saltado todas las alarmas que quedaban por saltar. No veo clara la salida de todo esto, y no la ve nadie. Europa está en una encrucijada histórica. A la que la han llevado sus políticos nefastos. Y sus propias carencias, tan largo tiempo denunciadas.
Me quedo sólo con las posiciones en dólares en Estados Unidos o una apuesta por Gran Bretaña en libras.
Pero salgo agotado, dolorido y aturdido.
Algún día sabremos si Europa encuentra una salida a todo esto, y se recuperan los mercados en semanas o meses, o no la encuentra, y tardamos años en recuperarnos.