Capitulo 1: ¿Crees en las hadas?

Querido diario ¿Crees en las hadas? Esa era la pregunta que mi abuela me hacía cada noche, ella si creía firmemente en ellas y junto a esa pregunta antes de que yo me quedara dormida, me leía hermosas historias de ellas, me explicaba cómo nacían sin alas, como eran capaces de entregar sus alas por amor y como luchaban con la modernidad para mantenerse nobles hasta conseguir sus alas, debían demostrar su yo interior, sus intenciones, aunque algunas de ellas pasaban toda su vida como humanas sin saber que pudieron haberse convertido en hermosas hadas, causa de que al ser criadas en el mundo humano, conocían una gran variedad de sentimientos, que moldeaban sus deseos he intenciones.

De pequeña soñaba que yo sería una y le decía a mi abuela que quería ser una de esas hadas cuyo deber era proteger los sueños de las personas, recuerdo la variedad de hadas de las que me hablaba, las que se dedicaban a la sanación de la naturaleza, las que controlaban los elementos, las que son capaces de dar esperanza, entre muchas otras, mi abuela se reía ante mis comentario y me decía que tan solo debía recordar las cláusulas que nosotras mismas nos colocamos y repetíamos juntas:

Que el odio jamás te domine

Que la esperanza siempre sea tu refugio

Que el miedo solo tenga el poder de hacerte más fuerte

Y que la fortaleza del amor sea el origen de tu magia y siempre la compartas

Pero eso fue hace demasiado tiempo atrás, antes de que mi abuela falleciera yo tenía seis años y en una semana cumpliré dieciséis, te extraño más que nunca abuela, a tu lado soñé tanto con ese día pero ahora sin ti mis fortalezas no son lo que eran antes, aunque aún me pregunto ¿Qué se supone que le veías de especial específicamente a ese cumpleaños abuela? Porque para mí tan solo representa un año más de vida sin ti.

Por siempre tu pequeña Eclipse.

Camille: ¡Samira, hija! Alguien te busca ¡Baja!

Samira: voy mamá

Al bajar las escaleras de su casa Samira vio a un hombre de traje esperando en la entrada.

Samira: ¿Si buenas?

Señor: Buenas, ¿Usted es la señorita Samira?

Samira: sí, soy yo ¿en que lo puedo ayudar?

Señor: su abuela personalmente me pidió que le entregara justo hoy unas cosas

Samira: ¿mi abuela? No disculpe pero debe de estar equivocado, porque mi abuela falleció hace muchos años

Señor: lo se señorita, fui informado y por supuesto esta solicitud me la realizo poco antes de su lamentable fallecimiento pero debo saber ¿desea recibir las cosas?

Samira: si, por supuesto

Señor: perfecto, en ese caso ¿Dónde las quiere?

El señor hizo esta pregunta mientras le hacía señas a dos hombres que se encontraban afuera y de manera inmediata se acercaron trayendo unas cajas en las manos.

Samira: arriba por favor, primera puerta a la izquierda

Señor: mientras ellos les deja eso, solo me queda entregarle esto

Esa oración se la dijo mientras le acercaba una delicada caja color azul celeste, sellada con una cinta color crema, con una tarjeta arriba Samira la observo un momento y al sostenerla, el hombre concluyo, mientras los dos hombres salían de la casa.

Señor: Feliz cumpleaños señorita Samira

Y sin más que decir el señor se dio media vuelta y se marchó, por lo cual la madre de Samira se acercó hasta ella.

Camille: que extraño fue todo eso hija ¿Qué te dio?

Samira: no lo sé, pero no me dio la oportunidad de siquiera agradecerle pero parece un regalo y tiene una tarjeta

Camille: bueno y ¿Qué esperas? ¡Léela!

Samira despego la tarjeta de la caja de regalo y comenzó a leer en voz alta.

“Para: mi preciosa Eclipse

De: tu abuela, con todo mi amor

Para tus dulces dieciséis, deseando que aun en mi ausencia la esperanza colme tu vida y tus deseos florezcan como las orquídeas de mi jardín, porque en la magia de tu interior nacerá siempre el amor”

Samira: es… es la letra de mi abuela mamá pero ¿Cómo es esto posible?

Camille: con tu abuela todo es posible mi amor ¿Por qué no vas a tu cuarto y revisas con calma lo que tu abuela te ha dejado? Y disfruta de tu regalo

Y dándole un beso en la frente a su hija, Camille se retiró hacia la cocina, Samira por un momento recorrió la caja con la ñema de los dedos mientras subía las escaleras hasta su habitación, al llegar cerró la puerta y se sentó en posición de indio sobre la cama, no podía dejar de ver el hermoso obsequio que acababa de recibir pero por alguna extraña razón no se atrevía abrirla así que tomo aire y luego dejo la caja sobre su cama se levantó y camino hasta las dos cajas que estaban en el suelo, se arrodillo en frente de una de ellas y tomando aire tomo valor para abrirla y al hacerlo vio muchas fotografías de todos como familia, las muñecas que hacían juntas con trapos y objetos reciclables, dibujos que había hecho de pequeña de hadas y todas las cosas mágicas que podían hacer, no pudo contener un par de lágrimas escurridizas que llegaron junto a la nostalgia, así que soltó las cosas y abrió la otra caja, en esta estaban los cuentos que su abuela le leía antes de dormir junto a una gran variedad de diarios escritos por su propia abuela.

Samira no podía creer lo que veía y secándose las lágrimas corrió nuevamente hasta su cama y tomando fuerzas abrió la caja azul celeste y al abrirla lo primero que vio era una nota que decía:

“Cuenta la leyenda que hace muchos años atrás las hadas y los humanos convivían juntos en paz, la tierra era fértil y la armonía se sentía en el aire, pero para convivir tenían que respetar a la naturaleza y a todos los seres vivientes en él. Con el tiempo las personas fueron descubriendo las riquezas y con ello a su vez sentimientos como la avaricia, la codicia y el deseo de poder, sentimientos con los que las hadas no podían convivir y poco a poco ambas especies se fueron separando, mientras las hadas se vieron obligadas a ocultarse, los humanos se enriquecieron y tomaron posesión de cada vez más terreno, creyendo inicialmente que las hadas se habían extinguido, por lo cual poco a poco esa parte de la historia quedo en el olvido, hasta el día de hoy y se convirtió en cuentos para infantes de fantasía o ficción.

Pero lo que pocos saben es que no todas las hadas se vieron recluidas, pocos  conocen que ellas necesitaban tanto de las personas, como las personas y la naturaleza necesitan de ellas, por ese motivo  se vieron en la necesidad de ocultar su verdadera forma y poco a poco adaptándose a las nuevas sociedades humanas se ramificaron para seguir ayudándolos a no caer en la desesperanza.

Es cierto que las hadas viven más tiempo que los seres humanos pero al igual que ellos su tiempo de viva es limitado, para convivir en sociedad sin ser descubiertas encontraron la manera de esconder sus alas, a pesar de que esto limitaba cierta parte de sus habilidades pero preferían eso a permitir que las personas olvidaran sentimientos como conciencia, amor, esperanza, lealtad, honestidad, pureza.

Las hadas creyeron que al mantener su existencia oculta, los humanos no podrían herirlas, aunque nunca contaron con que muchas hadas en su convivencia diaria llegaban a enamorarse de ciertas personas y con la idea de vivir una vida feliz y tranquila, estas eran capaces de renunciar a sus alas y su magia por amor, convirtiéndose así en humanas y dándole la oportunidad de darle vida a futuras generaciones.”

Samira: jaja no me esperaba que me regalaras otro cuento de hadas abuela pero con mucho gusto lo leeré

Samira aparto la nota y tomo el libro de aspecto antiguo pero delgado, libero el seguro que lo sujetaba y noto que estaba dedicado

“Mi pequeña Eclipse abre tu corazón a la belleza de un mundo nuevo y permíteme hacer este nuevo recorrido a tu lado.

Con amor tu abuela”

Continuo pasando las paginas has llegar al índice del libro noto que era una recopilación de varias y pequeñas historias, así que se dirigió al primer cuento directamente.

Este cuento se escribió hace mucho, por favor no duden en comentar, sus opiniones son muy importantes para mi! sobre todo si les gustaría leer más sobre esta historia o preferirían leer sobre otro tema.