Revista Infancia
El otro día escuche una entrevista en la que un popular personaje decía que el futuro le había defraudado, que no era como 2001, una odisea en el espacio del genial Stanley Kubrick , pero creo que en algunos aspectos la realidad ha superado las expectativas que podíamos tener hace 50 años.
Yo, a veces, le digo a mi hija que hay una diferencia fundamental entre su generación y la mía, yo vi llegar el televisor a mi casa cuando era niño a ocupar un espacio físico que antes no estaba organizado entorno de él y ella sin embargo desde sus primeros recuerdos esta de forma colateral y sin ningún protagonismo singular la ventana de colores de la pantalla de televisión.
Así no es de extrañar que ella haya desarrollado destrezas que para mí son sorprendentes y no soy muy torpe con los nuevos aparatos que se van incorporando a nuestras vidas, pero ella es capaz de utilizar los mandos de cualquiera de estos aparatos sin haberse leído nunca las instrucciones y sacarles más provecho que el que le saco yo después de intentar su concienzuda lectura.
Hace 50 años en los colegios mejor dotados existían magnetófonos con rollos de cintas que a veces se atascaban produciéndose un atasco del que salían con inexplicables nudos que las hacían inservibles, y cuando funcionaban , la velocidad de reproducción no era a veces la adecuada produciendo voces extremadamente agudas o graves que producían como consecuencia y reacción las carcajadas en los alumnos, y las veces que funcionaban era desesperante acertar con el punto de la grabación que en concreto se quería oír.
Simultáneamente había otro soporte de audio muy popular que eran los discos de vinilo, yo me compre en el año 75 mi plato giradiscos Bettor que todavía conservo y de vez en cuando le hago funcionar, fue muy gracioso cuando lo desembale después de haberlo tenido guardado por alguna mudanza, y al verlo mi hija como lo instalaba me pregunto que donde estaba la trompeta, ya que ella había visto a sus parientes lejanos los gramófonos en alguna película de dibujos animados.
Este sistema era fijo no se podía transportar, aunque existieron unas bandoleras portátiles que llamaron comediscos que solo podían reproducir los vinilos singles que tenían solamente 2 ó excepcionalmente 4 canciones y giraban a 45 r.p.m., sus hermanos mayores eran los vinilos LP que se reproducían a 33 r.p.m y tenían 10 ó 12 canciones normalmente.
Para transportar música y sobre todo para los automóviles estaban las cintas de casette que tenían el mismo contenido de canciones que sus primos los LP’s.
En esos años debía ser el 79 cuando estaba haciendo segundo de bachillerato y nos encargaba un profesor leer la prensa y las revistas de la época, recuerdo leer en la revista Cambio16 que era un referente, una noticia que me pareció ciencia ficción , estaban investigando para desarrollar en el futuro unos reproductores de música que leerían los discos musicales mediante la luz de un rayo laser, me estaban anunciando la gestación de los CD’s, yo no le di mucho crédito a la noticia, mis preocupaciones eran en ese momento que la aguja de mi giradiscos leyese bien los surcos del vinilo y no saltase a otro surco en medio de una canción, pero con los años me lleve la sorpresa de que la noticia era cierta.
Otros avances audiovisuales se hacían coincidir con el fenómeno de masas más importante que había en la época en el país, el futbol, así las televisiones en color inundaron las casas para ver el mundial de fútbol de Argentina 78, en el que recuerdo un partido en el que oí hablar de un tal Maradona que estaba empezando a despuntar en la liga argentina y decían que podía llegar a ser una figura del futbol.
Después, con el mundial de España 82 se llenaron las casas de reproductores grabadores de video VHS que ganaron a otros sistemas como el Beta.
La vida de estos reproductores de video no fue muy larga pero si intensa, hubo unos años que los video clubs para alquiler de películas proliferaron por las calles de las ciudades como las setas en el mes de noviembre.
Pero duro poco por que rápidamente llegaron los reproductores de CD’s también para video y no solo para audio.
Y en cuanto a la imagen estática, la fotografía, la revolución ha sido total con las cámaras digitales, quedando para la historia los rollos de película, los negativos y las accidentales aperturas de las maquinas fotográficas que producían que se velase la película y nos quedásemos sin el recuerdo de las fotos.
Los ordenadores, por suerte no piensan ni hablan como Hall, el protagonista cibernético de 2001, pero no pensáis que en algunos aspectos la realidad ha superado a la ficción.
Os dejo que me suena el móvil,…..ese es otro tema.
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