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Capítulo 26. La frase.

Publicado el 15 febrero 2014 por Xabifernan @UnBloggeroMas1
Capítulo 26. La frase.

Los médicos decidieron dejarle en la camilla bastantes horas más hasta que estuviera totalmente despierto. Le dejaron en la habitación solo durante mucho tiempo, la mitad de la que duraba su “recuperación” En aquellas horas solo seguía un poco sedado todavía y puede que por esa razón la Sara de sus sueños volviera a aparecer. Tan perfecta como siempre entró por la puerta como si nada. -Hola Alex, de nuevo- empezó a decir ella.-Hola Sara- respondió él-. Sé que solo eres una alucinación mía, aunque no sé por qué te veo despierto. -Porque estas medio sedado- empezó ella-. Suelo aparecer cuando necesitas a alguien con quién hablar y no habas con nadie. -No necesito a nadie con quién hablar- Alex intentó que sus palabras sonasen lo más convincentes posible. -Sé que lo necesitas- respondió Sara-. Dime lo que te pasa y te ayudaré.-No entiendo… ¿Cómo me va a ayudar una alucinación?-No subestimes a nada ni a nadie- fue lo único que dijo ella como respuesta.Sara se empezó a mover el pelo con el dedo índice en señal de que estaba esperando a que él respondiera. Alex tragó saliva antes de volver a empezar a hablar. Alex supo que Sara sabía perfectamente que iba a hablar.-Está bien- empezó a decir Alex-, tengo miedo a mirarme la herida. Mientras estaba medio inconsciente oí decir que ponía algo, que no era una simple herida. Las palabras de Alex sonaron muy duras porque Sara le dio un abrazo en forma de consuelo antes de intentar ayudarle mediante las palabras. Un gesto era más significativo que mil millones de palabras, y la Sara del sueño lo sabía perfectamente.Otro de los gestos que hizo conscientemente fue aquel día en casa de Alex cuando se quedó dormido, le dio un beso. Aquella vez la necesidad de Alex era totalmente distinta aquella vez lo que necesitaba Alex era hablar con sus amigos del orfanato y decirles que quería verlos. Por eso empezó a visitarle.-No superaras tu miedo si no lo intentas superar- dijo Sara, le cogió la mano en forma de ayuda-, ¿Quieres que la miremos a la vez?-No sé… No sé si seré capaz. Sobre todo a leer lo que pone en la herida- dijo Alex-. ¿Cuánto tiempo más vas a poder estar aquí?- preguntó Alex seguido. -Una hora más, más o menos- respondió ella-. ¿Quieres que me quede? -Sí- respondió él sin más.Sara se sentó en la camilla de al lado con las piernas cruzadas. Llevaba la misma ropa que cuando se conocieron y eso a Alex le gustaba. Alex lo que hizo fue girar la cabeza para verla mejor. En aquellas posturas se quedaron durante más o menos media hora, los dos mirándose y sin decir ni una palabra. Hasta que Alex que parecía convencido en cada una de sus palabras rompió aquel precioso momento para leer su brazo.-Sara, estoy preparado.No tuvo que decir nada más; Sara se levantó y le dio la mano. Alex se quitó la toalla que cubría su brazo con cuidado y dejo al descubierto se herida. Vista así cosida y con todas aquellas cosas que Alex no sabía que eran parecía mucho peor de lo que era. Sara le hizo un gesto para que empezara a leer pero Alex seguía mirando su herida con un rostro inexpresivo que Sara no supo, ni nunca llegó a saber lo que pensaba en aquel momento. Alex le pidió por favor a Sara que lo leyera en alto, Alex ya más o menos sabía que iba a poner. Lo sospechaba, pero no lo sabía. Unos segundos después Sara se aclaró la garganta y confirmando las sospechas de Alex leyó:-El soñador- su voz era firme y le hizo sospechar a Alex que aquella alucinación no tenía sentimientos, pero él seguía pensando que sí. Alex ahogó un grito que nunca llegó a salir por su garganta. No dijo nada solamente se puso pálido y se tumbó. Sara le soltó la mano y sin decir nada porque Alex sabía que se tenía que ir se fue. Aquellos momentos no podía pensar a dónde se iría Sara. Por su cabeza pasaban miles de pensamientos todos sobre lo que había dicho Sara. “El soñador” recordó Alex las palabras de Sara. Pero el soñador… Le sonaba de algo, sí le sonaba de algo bastante. Pero n o podía ser nada bueno. Empezó a recordar todos los sueños y cosas que le habían pasado últimamente. Muchas cosas sí pero podría recordarlas. Empezó a recordar buenos momentos, como cuando definitivamente cayó bien a la gente de su edad, el día que conoció al resto de su familia, el día de las entradas que cayó al suelo y se desmayó, aquella tarde en el mirados, la lista de cosas que hacer, la casa con todas las cosas que le dieron sus padres… Todos más o menos buenos momentos pero se le escapaba algo, algo bastante importante durante su nueva vida. Algo que le atormentaba cada noche: Ellos.En cuanto Alex les recordó se puso a pensar todas las cosas que le habían hecho aquella gente horrible. Porque no podían ser de otra forma. Las pesadillas empezaron cuando llegó aquí, cada día que pasaba eran peores y le dolían más psicológicamente, claro. Pero últimamente no se despertaba con tanta facilidad como otros días y veía las cosas malas que eran capaces de hacerle. En aquel instante recordó una de sus pesadillas. Fue hace nada más de dos días y ellos le empezaron a chillar unas palabras, dos para ser más exactos. Dos palabras que el mismo día que le chillaron se las grabaron en el brazo. Con aquel cuchillo que nunca tenía que haber tocado su piel, pero lo hizo. Aquellas dos palabras eran: El soñador. Ahora sí, Alex chillo. Chillo como si su vida fuera eso. Su grito se oyó por todos los recovecos de aquel hospital y puso la piel de gallina a todos las personas que había. Aquel chillido de dolor y miedo, sobretodo miedo.


Nota de autor:
Gracias por leerlo, de verdad. El otro día respondía algunos comentarios pero no he podido responder a todos así que buscar el vuestro. Os quiero pedir una cosa, entrar desde el ordenador y votarme en hispa-blogers. Es muy importante para mí. Hay un botón que se ve desde el ordenador. Dudas, sugerencias… A mi Twitter @SweetieAuryner1 junto a #MásQueHéroes. ¡Un beso! 

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