Capítulo 27:El deber

Marigem esperó a que el hombre moreno y cubierto de tatuajes estuviera ensimismado en su tarea y aprovechó la ocasión cuando envió a Ethan inspeccionar el acantilado.
Estaba allí por casualidad, esa misma tarde había escuchado que una nueva lady se alojaba en el Pabellón de los guardianes y había pensado en llevarles algunos dulces y prestarles ayuda con la recién llegada. Aunque estaban acostumbrados a lidiar por si mismos con cualquier situación (en Jatte hombres y mujeres recibian educación según sus talentos naturales así como unos fundamentos básicos de temas tan variados que iban desde la cocina hasta la defensa personal) quizás la presencia de otra mujer reconfortara a la nueva lady.
Ver a Ethan allí había sido una sorpresa, le había parecido reconocerle en la distancia pero lo que siguió la dejó en shock....estaba ayudando a atar a la Reina? Se apoyó en un árbol intentando pensar con rapidez, tenía que hacer algo.
Se situó detrás de él con sigilo amparada por la oscuridad y las rocas
-Has vuelto......por lo que veo
Ethan se volvió con lentitud, como si hubiera sabido que ella estaba a punto de aparecer.
-Marigem.....vete, vete AHORA
-Desde cuándo estoy a tus órdenes?- le cogió del brazo. Ethan hizo un gesto brusco para zafarse que casi la hizo caer. Por un momento en su cara se dibujó la preocupación y parecía tentado a sujetarla pero no lo hizo
-No lo entiendes. Esto es algo que no nos incumbe
-Que no? entonces se puede saber qué estás haciendo?
Ethan giró y se colocó frente a ella. Se retiró el rebelde flequillo que nunca lograba dominar y se secó la boca con el dorso de la mano
-Tú y yo somos peones en este juego. Las reglas ya están dictadas, las seguimos. Yo las de mi equipo, tú las del tuyo. Te estoy dando la ocasión de retirarte del tablero.....-hizo una pausa como si luchara por decidir si decirle algo más o no- me importas, vale? pero tengo un deber y voy a cumplirlo. Por favor, VETE, no voy a volver a pedirtelo y si Vince te descubre no será tan amable
-No pienso moverme- se cruzó de brazos en actitud desafiante
-Lo que quieras pero procura no estar cerca cuando lleguen los barcos
-Ethan! Ethan! qué barcos?
Se alejaba y ella no podía convencerle para quedarse y reflexionar. Volvió a llamarle y de pronto él se detuvo, sin volverse para mirarla le escuchó decir
-Los barcos del rey Orzuk.......los barcos de mi padre- apretó los dientes en una mueca de dolor, a veces es dificil escapar del destino aún cuando se ama tanto...dejar que ella piense que no la quieres...se muere un poco por dentro
Marigem se quedó paralizada, le costó reaccionar, no podía creerlo.... veía la figura de Ethan cada vez más lejana y borrosa. Tragó saliva y enfocó la vista.....no muy lejos distinguió al ensimismado Gran Maestre, tenía que alcanzarle y prevenirle