Capítulo 29: Momentos

Estoy como mi querida Curra, en una de esas semanas que no me para ni para hacer pipí (cabrones, ya me pagaréis las sesiones de presoterapia para eliminar la retención de líquidos) así que me veo obligada a lanzar una entrada de las que guardo en la recámara. No doy pa más querid@s, así que culebrón.
Lady Star hubiera dado cualquier cosa porque aquel momento no se terminara nunca.
El contacto de Sir Clive había hecho que su nombre adquiriera una nueva dimensión...realmente era un mago. Un mago lleno de ternura que no sólo había derribado sus murallas sino que en su lugar había plantado flores que crecían hermosas y llenas de todos los colores imaginables.
Un mago que era capaz de transportarla a un mundo de fantasía con sólo levantar aquellos ojos verdes y mirarla. No, pensándolo mejor no era fantasía, era real y era su realidad.
 En un mundo saturado de ruidos los silencios entre dos personas que se entienden a la perfección estaban más llenos de contenido que las palabras. Como un par de diapasones vibraban en la misma onda. Respiraban el mismo aire, compartían el mismo aliento.
Y aún cuando esos silencios fueran tan maravillosos los momentos en que Sir Clive de Owen le hablaba los superaban
Le gustaba sentarse en el suelo apoyada en sus rodillas, cerca de la chimenea que ya empezaba a hacerse menos necesaria y escuchar sus historias de tierras lejanas con exóticos sabores, de fórmulas magistrales, de hechizos y de sabiduria para luego terminara diciéndole de nuevo con su rostro entre las manos y con la vehemencia de quien no alberga duda alguna
-Y vaya donde vaya en lo que me queda de vida....nunca...nunca...nada será más grandioso que este momento a tu lado
Y aún cuando los momentos en que Sir Clive le hablaba superaran a los maravillosos silencios, esos momentos eran a su vez superados por aquellos otros en que Sir Clive pasaba a su lado arrastrando la brisa y estremeciéndola hasta las entrañas.
Y aún cuando los momentos en que Sir Clive pasaba a su lado arrastrando la brisa superaran a los momentos en que le hablaba que superaban los silencios llenos de contenido, aún así esos momentos eran superados por los momentos en que Sir Clive la besaba.
Lady Star descubrió entonces el secreto que la Isla tenía que ofrecerle, al igual que otros secretos habían sido revelados a otr@s habitantes,.....es bueno soñar despierta, es bueno soñar dormida....no dejes de soñar.
 Se encontraba tan concentrada en esos pensamientos que casi no vió aparecer a una agitada lady Allure.
-Star! menos mal que os encuentro. Debemos ir al Pabellón de los Guardianes y avisarles del peligro, tengo una información urgente que comunicarles
Sir Clive, desde la puerta, levantó la cabeza con una expresión dura plasmada en su cara

-Qué peligro?
To be continued
Rosemunde Lovelace