Revista Sociedad
—Si —dijo José—, pero ese no es el problema. Cuando llegue el momento, una serie de programas piratas, que hemos construido, harán que se evacuen y cierren todas las subestaciones. El método será avisar de sobrecarga eléctrica (con peligro de incendio por cortocircuito) y del desvío, con éxito, de todo el tráfico de datos a otra subestación.»La red tiene un fallo. Envía mensajes de evacuación y emergencia a los operadores, en caso de riesgo de destrucción, y luego redireccionael tráfico. En ello tarda unos cinco a treinta segundos, dependiendo del tráfico de datos. Con una generación ficticia de mensajes esperamos subir ese tiempo hasta un minuto.Los mismos programas piratas que van a generar el tráfico ficticio informaran al programa de seguridad de la sobrecarga. Este dará la alarma e iniciara el desvío del tráfico. Esto generara más tráfico de datos en la red ya que todas las comunicaciones deberán ser enviadas a la estación más cercana y se desconectara la recepción de nuevas comunicaciones, enviando error a los solicitantes para que intenten otra ruta. Este es el método normal, que funciona cuándo falla una estación. Pero, esta vez, no fallara una estación, sino que simultáneamente se dará la alarma en todas las estaciones y subestaciones de Europa, Norteamérica, Australia, Oriente Lejano y parte del cercano. Y os recuerdo que las subestaciones no solo son los retransmisores de la red, es decir los núcleos de las empresas de telefonía, sino también las centrales nucleares, térmicas e hidráulicas. La mayoría de los centros de producción de energía eléctrica están conectados como nodos de la red, de hecho un tercio del volumen de datos viaja por las líneas eléctricas. En las dos últimas se dejara de producir inmediatamente y en las nucleares se iniciara la parada de emergencia, con lo que el cese de la producción eléctrica será casi total en unas tres horas. En realidad casi nadie notara la caída de la red, porque todos estarán sin electricidad. Todos los satélites quedaran desconectados, al desconectarse sus estaciones de recepción, salvo los militares. Mientras, en estas y en todas las estaciones de datos, se empezaran a desconectar los monitores. Las estaciones quedaran aisladas del control humano, gobernadas únicamente por el programa de seguridad. Sin poder trabajar, incluso los más lentos iniciaran la evacuación.»Será el caos. El fin de la sociedad tal como la conocemos… Y el triunfo de aquellos que estén preparados para afrontarlo.