Glophy apresuró el paso y consiguió alcanzar a Alex. Éste esbozó una media sonrisa al reconocerle.
-Vaya! Ya estamos prácticamente todos. Una bonita reunión de "amigos"
- Se puede saber qué estáis haciendo?
Alex se apartó la capucha y dejó al descubierto unos ojos azul oceánico. No resultaba complicado naufragar en ellos. Irse directa a dejarse engullir por las mareas que su mirada desencadenaba , sin atisbo de miedo ni consciencia alguna de peligro.
Allure alardeaba siempre de ser una experta y curtida marinera. De haber navegado por mares turbulentos que la habian convertido en una superviviente. Y sin embargo tenia que reconocer entre suspiros que no sabia del norte cuando se enfrentaba a sus ojos. A esas manos que parecian entregadas a una única labor, a un solo propósito vital: trazar el mapamundi de su cuerpo. A explorar sus cumbres y reposar en sus laderas, a perderse en sus valles. Puede que nada fuera eterno pero entre sus brazos lo parecia.
Lady Allure se removió inquieta. Habian visto entrar a la Reina en el agua y esperaban su señal para seguirla. Los hombres de Orzuk parecian seguir desconcertados por su presencia pero no estaba segura de cuánto duraría la mezcla de encantamiento e incertidumbre.
-Estás bien?- le susurró lady Star con disimulo
-Perfectamente, tranquila- le tomó la mano y se la apretó con cariño.
No sabía qué pensar, ni cómo explicar que sintiera la presencia de Alex como si estuviera justo a su lado. Juraría que hasta era capaz de percibir el calor de su cuerpo. El cordón de la capa empezaba a asfixiarla. Hizo un esfuerzo por desviar sus pensamientos pero el fibroso cuerpo de Alex se le aparecía con insistencia. Su manera de rodearla apenas rozándola, como un escultor gira en torno a su obra. Su aliento en la nuca mientras susurraba que no habia nada antes y no habría nada después de ella. Los dedos largos dibujando el contorno de sus hombros y posándose en sus labios para callar sus juguetonas protestas. Esa manera tan suya de hacerla sentirse venerada. Esas manos de prestidigitador desnudandola con habilidad.
Le resultaba casi gracioso que en medio de aquella situación tensa, incierta, agresiva ella sólo tuviera cabida en su mente para recordar el sudor de la espalda de Alex empapando la cama, empapando su pelo. Tuvo sed del sabor salado de ese sudor.
A no tanta distancia Alex sintió la misma sed.
-Te lo explicaré pero date prisa, no podemos demorarnos- con rápido gesto volvió a cubrirse con la capa.
-Estáis locos de remate- dijo Glophy girando para seguir el ritmo vivo de su antiguo compañero de espionaje- y me encanta- una amplia sonrisa se dibujó en su pícaro rostro
To be continued
Rosemunde Lovelace