Cara b: El Triángulo Secreto

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El guionista francés Didier Convard escribe una historia de intrigas religiosas y conspiraciones vaticanas con un argumento cercano a El Código Da Vinci. El Triángulo Secreto cuenta la historia de un evangelio apócrifo escrito por el mismísimo Jesucristo, que ha sido preservado de generación en generación. Según esto, Cristo no murió en la cruz, sino que en su lugar fue crucificado su hermano gemelo, que anteriormente lo había traicionado. Jesús vivió para fundar la primera logia masónica y falleció casado y con hijos, muy lejos de su sitio de nacimiento. A través de los siglos el manuscrito se ha mantenido oculto, pues sus revelaciones atentan directamente al fundamento de la Iglesia Católica y revela, además, el lugar en el que se haya enterrado el cuerpo de Cristo. Durante todo este tiempo, diferentes facciones se han enfrentado por libro y ha habido un baño de sangre continuado. En la época actual, un equipo de investigadores relacionados con la masonería están cercanos a descubrir el misterio que esconde el evangelio y se ven amenazados por los celosos matones del Vaticano.

Con un argumento interesante, pero lento en demasía y un tanto disperso, este integral se distrae con tantas ramificaciones que tarda excesivamente en entrar en materia. La principal baza de El Triángulo Secreto consiste en dejarse atrapar por la trama de conspiraciones y en creer en el omnipotente poder de una Iglesia carente de todo escrúpulo y sólo interesada en conservar su poder terrenal. Una historia desarrollada en flashbacks desde la época actual a diversos momentos del pasado. De la crucifixión a la Edad Media y de ahí a la Era Moderna en diversos capítulos. Para ilustrar cada momento histórico se utiliza el recurso de emplear a diferentes dibujantes. Una solución ingeniosa y refrescante, pero marrada por el trabajo de unos artistas que, si bien son correctos, solventes y profesionales, resultan poco espectaculares y acaban malogrando el resultado final. El Triángulo Secreto es un comic entretenido para estas fechas, pero demasiado extenso y sin nada memorable que lo ponga en un lugar destacado de su estantería. A pesar de todo, logró tener una continuación, I.N.R.I.

Fran G. Lara