En anteriores posts hemos hablado sobre los factores relacionados con la motivación, e incidíamos en los tipos de motivación. Así, hablábamos de :
- motivación extrínseca: Conjunto de motivos externos que nos conducen a realizar las tareas, es decir, lo que verdaderamente nos atrae no es la propia tarea en sí sino lo que esperamos alcanzar con su realización. Estos motivadores tienen un efecto a corto plazo, pudiendo ser causa de insatisfacción en el trabajo.
- motivación intrínseca: Se refiere a los motivadores internos que surgen de la propia persona y que la dirigen a desarrollar un deseo interno por llevar a cabo una acción determinada, a causa de la satisfacción personal que espera. Esta motivación tiene mayores efectos a largo plazo que la extrínseca.
- motivación trascendente: Motivos que llevan a que el trabajador realice las tareas por el beneficio que éstas aportan a los demás, con independencia de la reacción del entorno y de su propia satisfacción personal.
Hoy vamos a abordar las características propias de la tarea. Que la tarea sea interesante, novedosa, atractiva importante y significativa; que exista una variedad de tareas a realizar y que su complejidad sea creciente, lo cual implica la utilización de diferentes habilidades por parte del trabajador; y que la realización de las mismas influya o trascienda dentro de la organización o en su entorno.
Necesidad de curiosidad
La necesidad de curiosidad, nos lleva a investigar, manipular nuestro entorno, realizar tareas cuyo objetivo no es conseguir ninguna recompensa externa.
Puede suceder que la curiosidad dé lugar a que al trabajador le interese lo nuevo que está descubriendo y desee saber más, pasando a actuar su necesidad de competencia.
Necesidad de competencia
La necesidad de competencia se manifiesta cuando realizamos tareas que supongan un reto para nosotros con la finalidad de probar nuestra propia competencia y realizar trabajos de gran calidad.
Los trabajadores movidos por la necesidad de competencia se caracterizan por:
–Realizar buenos trabajos
–Desarrollar habilidades para la búsqueda de problemas
–Esforzarse por ser innovadores
–Beneficiarse de sus experiencias
–Crecer profesionalmente
El trabajador desempeña actividades que le aportan nuevos aprendizajes, le permiten continuar desarrollando diferentes estrategias, así como continuar mejorando y creciendo profesionalmente.
Necesidad de logro
La necesidad de logro es el impulso por superar los retos a fin de alcanzar metas. Supone tener éxito en lo que se hace, pues depende del resultado de la realización de sus propias actividades. El logro es importante en sí mismo y no por las recompensas que lo acompañen.
Los trabajadores orientados por la necesidad de logro prefieren situaciones en las que haya grandes responsabilidades personales, buscan retos, desean vencer obstáculos, alcanzar metas, ser útiles a otros y esperan resultados positivos.
El deseo por alcanzar resultados positivos y eficaces con el desempeño de sus actividades es lo que induce a un trabajador a comportarse y esforzarse por una tarea.
Necesidad de poder
La motivación por poder es la necesidad de influir en la conducta de los demás para el bienestar de la organización.
Los trabajadores movidos por la necesidad de poder están más dispuestos que otros a correr riesgos, buscan el poder a través de canales de liderazgo y lo usan de forma constructiva para colaborar en el desarrollo de la empresa y crear impacto en ella.
Necesidad de autorrealización
La motivación por autorrealización es la necesidad de realización personal, la tendencia de una persona a ser lo que puede ser, a utilizar y aprovechar plenamente su capacidad y su potencial.
Los trabajadores satisfacen la necesidad de autorrealización al sentir que están dando de sí todo lo que pueden y al controlar su entorno con autonomía e independencia, de acuerdo con su propia personalidad y con las exigencias de su propio contexto sociocultural.
Cuando la persona desempeña la actividad laboral que desea realizar y, además, lo hace del modo deseado. Cuenta con la libertad de hacer lo que quiere, sin restricciones por su parte ni por el medio.
Lo más deseable es que el trabajador se comporte por motivaciones internas, es decir, que se preocupe por la calidad en su trabajo, por su sentido implícito de responsabilidad y buen hacer, de manera independiente de lo que consiguiera con ello externamente (dinero, ascensos, premios, etc.). Sin embargo, hemos de considerar la proporción de los tres tipos de motivaciones en el trabajador, para luego establecer qué tipo de estrategias motivadoras podemos emplear al respecto.
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