1.- LA IDEOLOGÍA TOTALITARIA
1.1.- Raíces del totalitarismo
A partir de la llegada al poder de Benito Mussolini en Italia (1922) apareció un nuevo tipo de régimen político desconocido hasta entonces. Era una nueva definición de Estado empleado por el dictador, en 1929 el Times de lo definía como una rección contra el parlamentarismo. O lo que es lo mismo un fenómeno nuevo de rechazo al liberalismo, la democracia, las elecciones y los partidos políticos. Podemos encontrar una serie de raíces que tienen su origen el el siglo XIX:
- El imperialismo: Para justificar el colonialismo de las potencias europeas se hablaba de la superioridad de unos pueblos sobre otros lo que les confería el derecho a forjar imperios. En el siglo XX se acuñaría la expresión de “Espacio vital” que necesitaban las naciones para su desarrollo.
- El Sufragio censeitario: Durante el siglo XIX no todos los ciudadanos tenían el derecho a participar en la política, ni como votantes ni como electo, solamente aquellos que su posición económica fuese elevada. La extensión del sufragio universal y el voto femenino se consideraba como un grave peligro para el gobierno de las naciones, al poder, masas sin preparación alguna, influir en el Gobierno del país.
Pero los regímenes totalitarios tienen además unas raíces inmediatas, especialmente derivadas de la Primera Guerra Mundial:
- La crisis social y económica posterior a 1918 hizo dudar que los regímenes democráticos fuesen capaces de dar solución a estos problemas. Muchos nuevos países europeos apenas habían tenido tiempo de vivir en verdadera democracia, lo que en ocasiones llevaba a la población a recordar con añoranza tiempos anteriores de Estados autoritarios.
- Dos países se sintieron perjudicados tras el fin del conflicto. Italia se sintió perdedora de la paz. Su entrada en guerra con ansias imperialistas no se reflejó en los acuerdos de paz. Por su parte Alemania sintió Versalles como una humillación, tanto por las reparaciones como por las concesiones territoriales.
1.2.- La ideología totalitaria
Los regímenes totalitarios tienen una serie de rasgos comunes, con ligeras variaciones, que los pueden definir:
- La subordinación del individuo al Estado: Esta característica definiría por si solo el totalitarismo. Mientras que un sistema democrático se caracteriza por la defensa de la libertad individual en los regímenes totalitarios es el individuo el que está al servicio del Estado.
- Culto al hombre providencial: Un gran pueblo solamente puede ser guiado por un gran hombre que raya casi en lo divino, inteligente, infalible, trabajador y al que se debe obedecer con fe ciega. (Fürher o Duce)
- Desigualdad: La sociedad se encuentra dividida en clases superiores: miembros del partido, militares, etc. o inferiores. Lo cual se aplica también a las mujeres que tienen un papel subordinado al servicio del varón “Kirche, Kinder, Küche“. En determinados países como Alemania además se ampliaba al concepto de superioridad racial.
- Violencia: Se sostenía la legitimidad de su uso e incluso se menospreciaba el pacifismo en todas sus formas. Así al llegar al poder se dotaba de poderes especiales a la policía y la política exterior se orientaba hacia la guerra.