Caramel Popcorn: Isle of Dogs

Hola hola! ¿Cómo están? Espero que con ganas de ver una buena película, porque hoy les traigo una reseña y recomendación que estoy segura va a gustarles mucho. Estoy tratando de dejar varias entradas programadas para no dejar el blog tirado como hice el mes pasado, así que deseenme suerte jaja. 

  

Título: Isle of Dogs (Isla de Perros)
Director: Wes Anderson
Año: 2018
País: Estados Unidos, Alemania
Género: Animación (stop-motion), distopía
Duración: 1 hora 41 minutos

Un Japón distópico, dentro de 20 años. La saturación canina ha alcanzado proporciones de epidemia en Megasaki. Un brote de gripe canina se propaga, por eso, el Mayor Kabayashi dicta una orden de emergencia decretando la cuarentena. Isla Basura es el lugar donde se evacua a todos los perros. Allí, un grupo de aterradores perros alfa, encabezados por Chief, han perdido toda esperanza de volver con sus dueños. Hasta que un día aparece Atari, un niño de 12 años, sobrino del malvado Mayor, que llega hasta la isla pilotando un avión. Su objetivo es buscar a su perro Spots. Esté donde esté, el niño y la manada perruna lo encontrarán.

No sé como empezar a hablar de esta película, quizás diciendo que al comienzo no tenía muchas ganas de verla, porque la animación me parecía un poco extraña y me causaba cierta incomodidad, de todas formas la segunda vez que me topé con el trailer en el cine me entraron ganas porque la historia se veía buena, y finalmente las ganas de Bunny de partir al cine a verla terminaron de hacer el trabajo.  
Como ya leyeron en la sinopsis, la película trata sobre un Japón distopico en el cuál hay demasiados perros, perros que tienen enfermedades, perros a los que nadie quiere, y finalmente, perros que tiraron a la isla de la basura, condenándolos a morir. También trata de un chico, Atari, que está decidido a buscar a su mascota, y sobre la corrupción del gobierno, las mentiras, y otras cosas que nos hacen creer que tan lejos de un futuro distopico no estamos, porque mas bien parece el presente.
Dejando de lado la animación (que se vuelve normal los primeros minutos de la película, y que terminó gustándome mucho), diría que esta historia tiene todo lo necesario para ser la favorita de muchos: es una historia compleja contada desde el punto de vista de animales y niños, es decir, desde un punto de vista que parece simple pero que comprende mucho, y es a través de estos personajes que se puede comprender el calibre de lo que está pasando en Megasaki. Es también gracias a la simplicidad (o bondad) de estos personajes que también las cosas salen como deberían salir, y que se nos muestra el valor de ser firme con lo que se cree correcto.
Además de lo hermoso de la historia, otro de sus puntos fuertes es el uso el idioma: al comienzo de la película una especie de disclaimer aparece avisando que, en la historia, todos los personajes hablan en su lengua nativa, lo que se traduce en que la película ocurre en partes iguales en inglés y en japonés, y lo más entretenido de esto es que no se utilizan subtitulos para la parte japonesa, sino que los creadores de la película se las ingeniaron para que todos los mensajes en la lengua nipona se entiendan o sean traducidos por otros actores de la película, lo que ayuda a sentir la historia como más cercana (porque la vida real no tiene subtitulos), en realidad creo que esto fue una de las cosas que más me gustaron de toda la película, además de la representación de la cultura japonesa.
Como ya saben que odio hacerles spoilers, no puedo contarles mucho de lo que pasa, y siento que el trailer y la sinopsis ya dicen un montón, de todas formas, muchos ya han mencionado lo muy recomendada que está esta historia, así que me sumo a todas esas personas y les digo: háganse un favor y vean esta película, aunque esté fuera de su zona de confort, denle una oportunidad y verán que no se arrepentirán, además, siempre es bueno probar cosas nuevas.
5/5