Los micros llenos de mujeres llegan al pueblo y el lugar se revoluciona. Los hombres, en su mayoría trabajadores rurales, dejan sus viejas ropas para ponerse lo mejor que tienen y salir a conocer a las recién llegadas. La cita es en la plaza del pueblo, a metros de la iglesia y la alcaldía. Hay mesas para la ocasión y de los árboles cuelgan luces y guirnaldas. Encuentros como éstos se producen cada vez más seguido en zonas rurales del interior de España , en donde una asociación pone en contacto a los solteros de esos lugares con grupos de mujeres llegadas desde Madrid. Esta organización busca de esta particular manera detener la despoblación del agro ibérico provocada por la falta de perspectivas que genera la crisis y la migración hacia las ciudades.
El sábado pasado, 68 mujeres llegaron al pueblo de Candeleda, a 185 kilómetros de Madrid, donde viven unos 6.000 habitantes. Allí los solteros del pueblo recibieron un autobús lleno de "candidatas", que previamente se habían anotado en la página de la Asociación Caravana de Mujeres (Asocamu). "Los residentes de los lugares que frecuentamos tienen dificultades para conseguir parejas. Muchas de esas poblaciones sufrieron en los últimos años fuertes migraciones a otras ciudades", explica el organizador, Manuel Gozalo.
Candeleda, junto al río Lobera, fue duramente golpeado por la crisis que detuvo la construcción y la actividad agropecuaria, que sostuvo durante siglos la economía local.
La convocatoria en la página de la asociación avisa: "El 21 de abril de 2012, salimos desde Madrid a Candeleda. Mujeres: 22 euros, incluye autobús (ida y regreso), cóctel, merienda de bienvenida y cena".
Blanca Fernández, de 52 años, trabaja en Madrid de vendedora y le atrajo la posibilidad de pasar un día agradable en el campo y la posibilidad de un amorío. "Sé que es difícil encontrar el amor de la vida de uno, pero algunos de estos encuentros han terminado en matrimonios" , dijo Fernández.
Cuentan los hombres del lugar, que en las pinturas rupestres de las cuevas de Peña Escrita aparecen registros de que unos 5.000 años atrás Candeleda ya estaba habitada.
Al vecino José Miguel, de 67 años, le parece que es una gran medida que personas de otras partes de España lleguen a su pueblo y señala que no le gustaría que Candeleda desaparezca.
La película "Flores de otro mundo", filmada por la directora Iciar Bollain en 1999, cuenta una experiencia similar a la de Candeleda, en la que tres mujeres que participan de una caravana llegan al pueblo de Santa Eulalia y conocen a tres hombres solteros con quienes se ponen de novios.