El viaje de hoy no solo cruza fronteras físicas, pasando a Francia, sino que también atraviesa la frontera del tiempo…
Para ello tendremos que atravesar unas sólidas murallas medievales para adentrarnos en la Ciudadela de Carcasona ( Cité du Carcassone).
Pero antes de hacerlo, desde la distancia, como si de una película se tratara, el escenario se contempla impasible al paso del tiempo. Como un núcleo prieto, se dibuja el perfil del castillo, iglesia y otras construcciones de tiempos antiguos que contrastan con la Carcasona (Carcassone) vecino y nuevo.
Es impresionante el estado de conservación de este lugar… y nada más llegar resulta fácil imaginar la escena de la que la leyenda dice que deriva el nombre de la ciudad. Mientras los 3 km que suman sus dos murallas la rodean y las 53 torres espías la guardan, al cerrar los ojos se puede trasladar uno con la mente al s. IX. Entonces se producía un largo asedio de 5 años a la ciudad. A un lado Carlomagno, y al otro, Madame Carcas en la resistencia. En un intento de acobardar al emperador arrojó por encima de las murallas un cerdo y grano para demostrar que víveres no les faltaban para resistir lo irresistible. Carlomagno, ante tal gesto, dio el abandono por respuesta. En esos momentos desde dentro de la ciudad, al ver la retirada, hicieron las campanas y trompetas sonar… Así se dijo… “Carcas sona”. Curiosa leyenda.
De nuevo toca abrir los ojos, porque lo que suenan no son herraduras de caballo, ni sonidos de armaduras, es un bullicio impresionante. Carcasona (Carcassone) es un lugar de atractivo turístico imponente incluido en la “Ruta de los Castillos Cátaros”. El número de visitantes que puede tener al año es increíble. Nuestra visita, como siempre en temporada alta, nos devuelve a una realidad de aglomeraciones que en un primer momento hace que no escuchemos ni campanas, ni caballeros, ni nada que recuerde a la Edad Media.
Antes de llegar a Carcasona (Carcassone) habíamos hecho una parada en Saint Bertrand de Comminges, que resultó ser un pequeñísimo y encantador aperitivo de lo que nos disponíamos a disfrutar y que recomendamos.
La entrada por la puerta principal se hace atravesando el foso y la doble muralla, donde se celebraban torneos… Desde ahí comienza una excursión que, en nuestro caso, se hizo más agradable según iba cayendo la tarde. Bajo nuestra experiencia merece la pena pernoctar en Carcasona (Carcassone) o sus alrededores, sobre todo si la visita la realizáis en temporada alta. Alojarte allí te permite disfrutar de la Cité cuando cae la noche, con su iluminación suave, pero lo mejor, con la mitad de gente. Además, tendréis el privilegio de estar a primera hora de la mañana disfrutando de un paseo mucho menos aglomerado. Lo cierto es que alojarse en este lugar tiene un precio, un precio caro para alojamientos muy mediocres, pero seguimos pensando que merece la pena.
Y volviendo a la ciudad, la calle principal vuelve a trasladarte a otra época, en su paseo, al final se encuentra el Castillo (o Chateu Comtal), visitable previo pago de la entrada correspondiente. A nosotros nos gustó. Antes de comenzar podréis ver un vídeo interesante, más o menos explicativo y subtitulado, en diferentes idiomas, acerca de la Historia del lugar, que no es corta. Es una construcción, al igual que el resto de la ciudadela, que parece de cuento.
Por supuesto, Carcasona (Carcassone) tiene catedral. Desde el s.XIX es la Catedral de St Michel, hasta entonces lo fue la que ahora es la Basilica de San Nazarie de orígenes románicos pero que fue ampliada entre el s. XIII y XIV siguiendo la línea arquitectónica gótica. Resaltan sus gárgolas y rosetones, es muy bonita.
En las callejuelas se han integrado los comercios. Donde antes habitaban los mercaderes, hoy resurge el comercio orientado hacia el turismo con productos artesanos y recuerdos varios del lugar.
La importancia histórica de este lugar se extiende durante siglos, su ubicación estratégica y fronteriza ha sido determinante para la arquitectura de la misma.
Carcasona (Carcassone) está ubicada en la zona del Rosellón-Langueloc. Dentro de la ruta de los castillos Cátaros, en esta ciudad existió históricamente una división en la que convivían dos iglesias con grandes desavenencias, la cátara y la cristiana romana. Esto se trasladaba a la división urbanística del lugar. Fue en el s. XIII cuando el Papa Inocencio, considerando a los cátaros como herejes acabó con ellos y propulsó la construcción la segunda muralla.
En el s.XIX la cité de Carcasona estaba en declive, tras los ires y venires de la Historia, metidos en la Era Contemporánea, la ciudad caía en el olvido y su estado de conservación hacia peligrar su continuidad. Se plantean entonces dos alternativas, desde el Estado el derruirla y, por otro lado, la oposición de artistas que apoyaron su reconstrucción. Así, en este siglo, de manos de Eugène Viollet-le-Duc finalmente se optó por la reconstrucción.
A finales de los años 90, Carcasona (Carcassone) es proclamada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Desde el otro lado de las murallas de la cité, casi parece que se está divisando una maqueta preparada para el rodaje de algún tipo de película. Solo hay que acercarse al puente sobre el río Aude para divisar el conjunto urbanístico y disfrutar.
Luego, cruzando la Barbacana de San Luis, desde el interior, ya dentro de las murallas, uno parece ser el actor. Entre callejuelas de piedra nada desentona, es una pasada.
Carcasona (Carcassone) tiene el gran inconveniente de ser un lugar que está muy masificado en algunas fechas pero, encontrando su momento, es indiscutible que es una ciudad de cuento de caballeros, de Historia… Es increíble pensar que no es un decorado puesto para que nuestra imaginación vuele. Un lugar totalmente inspirador, que ha dado lugar a un juego de mesa con muchos seguidores y que ha enamorado a directores de películas (como ejemplo Robin Hood el Príncipe de los ladrones).
Dicen que es una de las ciudades medievales más bonitas de Europa, para estas cosas cada uno que juzgue, a nosotros nos sorprendió. Además, está a pocos km de la frontera española, a unos 150 de la frontera de La Junquera (La Jonquera), más o menos, a los mismos que de Colliure (Francia), otro lugar con mucho encanto.
¿ Queréis soñar un rato? ¿Dejaros llevar por los enigmas de una ciudad medieval? ¿Por los ecos de la Historia? ¿Por sus paseos románticos? Carcasona (Carcassone) tiene eso y mucho más...
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Revista Cultura y Ocio
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