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Dioses y monstruos pudo estar presente el sábado 22 y el domingo 23 disfrutando del ambiente (inmejorable), la gente (estupenda) y las sesiones programadas. El sábado 22, se dio a conocer el cortometraje ganador del segundo premio TAC (Terror Arreu de Catalunya) a la mejor producción catalana entre los 5 cortometrajes finalistas pre-seleccionados que se dieron a conocer en el marco del Brigadoon en el pasado Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya. El cortometraje ganador fue “Las bessones del Carrer Ponent” de Marc Riba y Anna Solanas, un cortometraje de animación de factura impecable que narra una historia oscura, sórdida y terrorífica que rezuma mal rollo en cada una de sus imágenes.
El festival tuvo un ambiente inmejorable, en gran medida gracias a sus organizadores que se preocupan de que todo funcione como un reloj y están pendientes de todo el mundo en todo momento (gracias especialmente a Dani y David) haciendo que nos sintamos en casa.
Una de las novedades de esta edición es que el festival se ha estirado hasta el domingo, a diferencia de otras ediciones que finalizaba en sábado, con lo que se ha podido aprovechar más el fin de semana. Respecto al público asistente según su organización, después de la espectacular edición del 2010 en la que el público se triplicó debido a la temática zombie, vuelve a sus cotas habituales entorno a los 250 asistentes.
Ayer domingo 23, finalizó la sexta edición del Cardoterror con un fin de fiesta digno de mención que incluyó una mesa redonda con Claudio Simonetti (Goblin) que recibió el premio Audrey a su trayectoria y la posterior proyección en 35mm de la película “Suspiria” de Dario Argento. Aunque esta sesión parezca no comulgar con el eje temático de las jornadas, nada más incierto puesto que aquí el monstruo o monstruos fueron por un lado Simonetti, integrante de Goblin, el mítico grupo que puso banda sonara a muchas de las legendarias películas de terror italiano de los 80 y por otro “Suspiria”, una de las películas más valoradas de Argento por el público, que fue proyectada en 35mm, no creo recordar haberla visto programada en 35mm desde un lejano Festival de Sitges allà por el 98. Una delicia para sibaritas cinéfilos, no solo del cine de terror, sino del séptimo arte en general.