Para nosotrosquiero escribir sobre una cosa limpia.Sacarlo de entre todo como a un pájaro vivo.
Hubo.
Es arduo en medio de esta horasalvar alguna hoja girando en una esquina.
Ahora me quedo silenciosasentada frente al blanco de la calley miro.
Cualquiera diría que recuerdo.
Pero no podría recordary quieroescribir simplementeque lo hubo.
Ayer a la tarde fui otra vez.Los gatos estaban misteriosamente blancosen medio de la mugre y de los pastos altos.
Unas colillas, jabones, una taza.Supe que habías estado por ahí.
Casi pude sentir tu desolacióncomo pude sentir la mía esa mañanaen que me dejaste sola tras la puerta.
Porque las paredes en estas horas hablancon una voz que nunca se derrama.Y las cosas, ya sabemos que no importan,pero están o no están, y como sea, cantan.
Heladas o hirvientes esperan que las notesmientras el aire agrio te rodea.
Carina Sedevich en Como segando un cariño oscuro (Ediciones llanto de mudo, 2012).
Volvemos el próximo jueves con Carina y su Incombustible.