Cáritas, cuya financiación es privada en un 75 % y la Iglesia Católica sólo aporta el 2 % del dinero que recibe, ha atendido ya a 2,5 millones de personas con un perfil de clara exclusión y que sin la ayuda de la organización no podrían sobrevivir. Mientras, el gobierno de Rajoy sigue hablando de recuperación.