Pero vamos, como siempre, con su polivalente autor. Jussi Adler-Olsen es un danés que ha estudiado política, audiovisuales y ha trabajado de redactor, empresario, es activista por la paz y restaura casas como hobby: más apañao no puede ser, el muchacho! El caso es que ha "parido" al "Departamento Q", un curioso equipo policial (¡de solo 2 personas, además!) del que yo espero, haya muchos más libros.
El primero y único existente por ahora es el que hoy os reseño, "La mujer que arañaba las paredes" y en él, aparte de desarrollar un caso de carácter político y con una trama asfixiante y de lo más tensa (en sentido positivo, eh!), nos explica el porqué de este Departamento Q.
El caso es que Carl Mork, el subcomisario protagonista, está desencantado de su trabajo...y de la vida en general. Es un policía atormentado, sin muchas ganas de luchar por nada. Como no se lo pueden quitar de encima, aprovechan una disposición politica para crearle un departamento en el que se supone que no hará gran cosa, pero tampoco dará la lata.
....pero se equivocan, porque revisando viejos casos sin resolver, Carl y su ayudante se topan con una desaparición de hace 5 años que consiguen reabrir. Este es el caso que da título al libro y que, como ya os he dicho, mantiene una tensión espectacular a lo largo de toda la lectura.
Otro elemento que quiero reseñar de la novela es un personaje que va a provocar situaciones, bajo mi punto de vista, simpatiquísimas. Es el ayudante de Carl, un inmigrante sirio llamado Assad que empieza como simple hombre de los recados y en seguida muestra a Carl que tiene conocimientos y una aguda capacidad de deducción que le merecen ser partícipe de los casos...además, el choque cultural da lugar, como digo, a guiños muy graciosos.
Yo ya estoy deseando que llegue a España el 2º caso del Departamento Q, que parece ser que sale dentro de un mes aproximadamente. ¡Besos!
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