Carlos Córdoba recibe el Premio Eusebio Ortega Torres

El joven daimieleño Carlos Córdoba recibió este viernes por la tarde el Premio Eusebio Ortega Torres que concede el Ayuntamiento de Daimiel recogiendo las propuestas del Consejo Local de Cooperación Internacional (integrado por Manos Unidas, Cáritas, Ecodesarrollo, Cruz Roja, Consumo Respeto, 0,7% y grupos políticos con representación municipal) y que nació hace más de una década promovido por Radio Daimiel. En la presente edición, Cáritas y Ecodesarrollo fueron quienes nominaron al misionero laico que desde hace año y medio desarrolla su labor de colaboración en Abobo (Etiopía). Córdoba recibió el diploma, que además del reconocimiento público y social lleva aparejado una ayuda de 6.000 euros para el proyecto que desarrolla actualmente, de manos del alcalde José Díaz del Campo.
Desde Cáritas se argumentó la trayectoria de su trabajo altruista en el municipio desde 1998 en labores de acompañamiento a personas en proceso de desintoxicación, como explicó Sacramento Rodríguez-Barbero.
Una videoproyección de la labor del galardonado en imágenes realizada por Julián Gigante, ambientó en todo momento la gala en la que Carlos Córdoba apenas pudo disimular su "gran nerviosismo y emoción". El joven daimieleño que entendía ser un "iniciado" en esta labor manifestó que el premio tiene un doble significado para él ya que, además del propio reconocimiento y asignación económica, tiene el aliciente añadido de rememorar la figura de su tío "Use". Pero además, describió que la tarea de la misión va "más allá de nuestras fronteras, donde hay problemas, hay injusticias, hay personas que sufren. Y no estaremos felices hasta que eso cambie. Por eso, una parte de nosotros, está con esa gente", indicó.
Aprovechó la ocasión para nombrar a aquellos que le han apoyado, su familia, especialmente su madre, amigos, comunidad cristiana daimieleña y al Consejo local de Cooperación.
Carlos Córdoba, Premio Eusebio Ortega Torres 2010Carlos Córdoba consideró que la palabra misión significa "mucho". En su caso, dijo, responde a la influencia de su tío, el misionero Eusebio Ortega Torres, y a un momento en la vida en el que se cuestionó "por qué no puedo hacer un poco más". Una vez superado los miedos, explicó, "entendí que quería ser misionero, ser amigo, salir fuera y caminar con la gente haciéndola partícipe del desarrollo o de lo que allí se va moviendo".
En África, donde regresará a primeros de enero, la gente tiene sus ritmos y plazos. "El continente se caracteriza por su diversidad cultura, etnia y lingüística y debes de aprender de ellas", contó. Por eso, "misionero es el que se queda y participa de la vida de las personas".
Su proyecto está en Abobo donde existe un centro de salud, con un personal local. "Apostamos por la sostenibilidad local", precisó. La misión no es un tiempo limitado. "Tenemos una escuela infantil y un colegio juvenil donde trabajan personas de la tierra, formados, para que cojan la responsabilidad de estos proyectos, sin la dependencia de fuera". En este tiempo, comentó, "lo que más me ha calado es lo bien que he sido aceptado por las diferentes etnias". "Es un placer vivir en África y observar el optimismo, los jóvenes y la incansable fuerza de la mujer africana", aseveró.
El Espacio Fisac se llenó de amigos y familiares
El Espacio Fisac se llenó de amigos y familiaresEn esta línea, animó a los presentes a seguir el camino de cooperación con aquellos que menos tienen. "Hay mucho por hacer", afirmó. Córdoba confió en que "este acto sirva para que nuestras conciencias sigan en alerta y que no seamos del todo felices hasta que haya mucha más justicia y paz en el mundo".
Por su parte, el alcalde y la concejala de Cooperación, Cristina Maestre, elogiaron al premiado por su "entusiasmo" e "ilusión". Díaz del Campo destacó la "humanidad" del premiado y de su familia al tiempo que reseñó la "esperanza" que lleva aparejado este Premio.
El cantautor 'Sandalio' que impregnó de música el Espacio Fisac con cantos, incluso, a la libertad, combinó esa faceta artística con algunas pinceladas de humor que sirvieron para despedir la gala.
Historia
En ocasiones precedentes el Premio Eusebio Ortega Torres ha distinguido los casos de Médicos Sin Fronteras, Libros para el Mundo, el cooperante Jorge Pozuelo, el misionero José María Aguirre, la religiosa Consuelo Negrillo, el matrimonio formado por María Paz Ríos y Julián Gigante, el misionero Antonio Rodríguez, la dama apostólica del Corazón de Jesús, Manuela Fernández del Moral, la también dama apostólica Claudia Moreno-Chocano, y la ONG Solman, entre otros.
Fuente: daimiel.es