Revista Cultura y Ocio

Carlos III el Noble, Rey de Navarra

Por Manu Perez @revistadehisto

Carlos III el Noble nace en Nantes (Francia) el 22 de julio de 1361. Era el hijo primogénito de Carlos II (también conocido como Carlos II de Évreux o Carlos el Malo) de Navarra y de Juana de Valois, hermana de Carlos V de Francia.

Si quieres leer el artículo mas tarde, descárgatelo en PDF y léelo cuando te plazcaDescárgalo Aquí

Fue educado en Francia y pasó su infancia y juventud en Évreux (Normandía). Su padre, Carlos II, era nieto de Luis X de Francia, que no tenía otra descendencia que Juana, la madre de Carlos. Sin embargo, en Francia el trono pasaba a los hermanos del rey, por lo tanto tíos de su madre. En el caso de no sobrevivir ninguno de los tíos heredaban los primos.

Carlos II reclamó ser proclamado rey por pertenecer a la línea sucesoria directa de Luis X, antes que Felipe VI, que era solo primo, y alegando que los reyes franceses precedentes, Juan II el Bueno (1350-1364), Carlos V el Sabio (13641380) y Carlos VI el Bienamado (1380-1422; hijo de Carlos V de Francia y de Juana de Borbón) habían tenido menos derechos que él. Su reclamación fue rechazada y nunca prosperó a pesar de luchar persistentemente durante toda su vida, hasta adquirir fama de ser agresivo y conflictivo contra la dinastía Valois.

Carlos III el Noble, Rey de Navarra

Carlos III vivió la época de la guerra franco-inglesa de los Cien Años (1322-1453) y también la guerra civil de Castilla entre Pedro I el Cruel y su hermanastro Enrique II de Trastámara. El padre de Carlos III, Carlos II, estaba luchando a dos bandas: a favor de los ingleses en Francia y contra Pedro I en Castilla. En 1369, al finalizar la guerra civil en Castilla con la derrota de Pedro I, Carlos II de Navarra trata de suavizar la crítica relación con Castilla y acercarse al nuevo monarca Enrique II, para lo cual negocia el matrimonio de su hijo primogénito, Carlos III, con la hija de Enrique II, Leonor de Castilla.

Antes, en 1371, la mujer de Carlos II, Juana, hija de Juan II de Francia, firmaba una tregua con Enrique II de Castilla. En 1375, contando 14 años de edad, Carlos III se casa con Leonor, hija de Enrique II de Trastámara, casa que acaba de iniciar la dinastía en Castilla. Hubo una tregua general ese año entre Francia e Inglaterra. Mientras, en la Península, Castilla y Aragón también firmaban otra tregua con el matrimonio de Leonor de Aragón, hija de Pedro IV el Ceremonioso, y Juan I, hijo primogénito de Enrique II de Castilla. En 1378 Carlos III fue preso en Francia por culpa de su padre, que actuaba en contra de la corona francesa. Los espías de Carlos V de Francia descubren el complot del rey de Navarra y Carlos III fue detenido como rehén en plena guerra de los Cien Años. Fue liberado en 1381 por Juan I de Castilla, su cuñado, y vuelve a Navarra donde su padre era rey y conde de Évreux. Durante el viaje de vuelta pasa por Aviñón, Perpiñán y Barcelona, donde se entrevista con el rey de Aragón Juan I el Cazador y el príncipe Martín el Joven, duque de Gerona.

En 1382 nace su primera hija, Juana, y en 1383 asiste a la boda de su cuñado Juan I de Castilla con Beatriz de Portugal en Badajoz. Nace María, la segunda hija, en ese mismo año. En octubre de 1383 jura en El Espinar el nuevo tratado en presencia del cardenal de Aragón ratificando el Tratado de Briones. Tambien participó en la campaña portuguesa de Juan I para asegurar la corona de Portugal al morir Fernando de Portugal, ya que la esposa de Juan I era la hija de Fernando y tenía derecho a heredar la corona portuguesa, pero el castellano fue derrotado en Aljubarrota el 15 de agosto de 1385 por las fuerzas contrarias a la causa de la reina viuda y su hija Beatriz.

Nace en el mismo año su tercera hija, Blanca, futura reina de Navarra. En 1386 nace Beatriz, la cuarta hija, a la vez que el bastardo Lancelot (fruto de la relación con María Miguel de Esparza). Se casa Juana, hermana de Carlos III, con el duque de Bretaña Juan IV de Monfort, enemigo de Clisson, condestable de Carlos VI de Francia. Carlos VI autoriza la boda, pero despoja a Carlos II de Navarra de los territorios que poseía en Évreux.

Tras este enlace la familia Évreux aumenta el peso en la corte de los Valois. En 1387 muere Carlos II de Navarra y comienza el reinado de Carlos III, que contaba a la sazón 26 años de edad. Después de la derrota castellana en la guerra con Portugal y la posterior invasión de los ingleses para proclamar reyes de Castilla a Juan de Gante y a Constanza alegando ser herederos del anterior monarca Pedro I el Cruel, vuelve la guerra, esta vez en defensa del territorio castellano. Juan I de Castilla consigue parar la invasión y se negocia la paz mediante el matrimonio de su hijo Enrique (futuro Enrique III el Doliente) con la hija de Juan de Gante y de Constanza, Catalina de Lancaster. Interviene Carlos III de Navarra en la negociación enviando a su embajador Carlos de Beaumont a Inglaterra. Enrique III de Castilla era el sobrino de la mujer de Carlos III el Noble, Leonor, y Juan I de Castilla era su cuñado.

En agosto de 1388 se firma el acuerdo y la boda se celebra en Palencia. Mientras tanto, en Francia se produce la guerra civil entre los tíos del rey, Anjou, Borgoña y Berry, que quieren controlar el reino de Carlos VI el Bienamado, de 20 años de edad, demente e incapaz de gobernar por propia iniciativa. En 1390, tres años después de la muerte del padre de Carlos III el Noble, se celebra la ceremonia de coronación como rey de Navarra sin la asistencia de Leonor de Trastámara (esposa de Carlos III el Noble), que se quedará en Castilla desde el año 1388 y no volverá a Navarra hasta el 1395. Las causas de la separación son varias, pero la principal fue la relación extramatrimonial que Carlos mantenía con su amante María Miguel de Esparza de manera descarada y cuyos frutos fueron cinco hijos bastardos. El mismo año de 1390 declara la adhesión al papa de Aviñón, Clemente VII, en contra del romano pontífice, Urbano VI.

En 1393 Inglaterra devuelve a Navarra Cherburgo, puerto estratégico más importante de Francia que pertenecía al conde de Évreux, como consecuencia de la negociación por parte del embajador Carlos de Beaumont, enviado de Carlos III. En 1396 nace Isabel, la quinta hija habida con Leonor de Trastámara tras diez años de separación. A continuación, nacen Carlos en 1397 y Luis en 1398, tres hijos seguidos desde la vuelta de Leonor a la corte de Navarra. Esta vez el matrimonio parece ir bien.

En 1397 Carlos III inicia el primer viaje a Francia siendo rey de Navarra y conde de Évreux. La posición de Carlos III como príncipe vasallo de Carlos VI en la corte de París es digna de destacarse por reunir en su persona el hecho de ser cuñado de Enrique de Lancaster (tras las segundas nupcias de su hermana Juana, viuda de Juan IV, duque de Bretaña, con el futuro rey de Inglaterra, Enrique IV), rey de Navarra y conde de Évreux.

Respecto a la personalidad de Carlos III el Noble, decir que era respetado por los tíos del rey de Francia y por el propio monarca francés, en contraste con su padre, que había sido odiado y tenía un carácter totalmente diferente. La neutralidad de Carlos III y su trato gentil con los demás le sirvió para actuar en calidad de árbitro en los conflictos de la corte de París, donde los consejeros del rey, Anjou, Borgoña y Berry, no se ponían de acuerdo en la toma de decisiones. La enfermedad mental de Carlos VI se manifestaba a la hora de tratar asuntos delicados. Al no ser posible mantener una reunión personal con él, Carlos III de Navarra no pudo solucionar casi nada en este primer viaje que duró unos dieciséis meses.

En 1399 Ricardo II de Inglaterra abdica y muere en enero de 1400. Enrique, hijo de Juan de Gante y marido de Juana, hermana de Carlos III, se convierte en el rey Enrique IV de Inglaterra. Aumenta de esta manera la posición de Carlos III de Navarra, al ser cuñado del monarca de Inglaterra. En 1402 nace Margarita, la novena hija, mientras la segunda hija, Blanca, se casa con el heredero de Aragón Martín el Joven, que residía en Sicilia. Entre 1403 y 1406 se produce el segundo viaje a la corte de Valois, esta vez con una posición más fuerte que en la anterior visita. Durante la misma fallece, en 1404, Felipe II el Atrevido (o el Audaz), duque de Borgoña y tío de Carlos VI de Francia, dando paso a la victoria de Luis de Orleans, hermano del rey, quien contaba con el apoyo de la reina, Isabel de Baviera. Como se ha mencionado antes, Carlos VI no podía ejercer el papel de monarca debido a su enfermedad mental, y su mujer, la reina Isabel de Baviera, desempeñaba su puesto junto con los tíos del rey, los duques de Berry, de Borbón y su primo Anjou. Estos últimos habían acordado no dejar la regencia al duque de Orleans, hermano del rey, y ponerla en manos del delfín Carlos (futuro Carlos VII de Francia), hijo de Carlos VI, auxiliado por el Consejo Real. Ahí comienza la lucha de poder entre Orleans y el hijo de Felipe II de Borgoña, Juan sin Miedo.

Carlos III de Navarra, al declararse vasallo de Carlos VI de Francia, renuncia a todos sus derechos y posesiones en los condados de Champaña, Évreux y del valle del Sena hasta Normandía, excepto Cherburgo, a cambio de recibir una donación de 12 000 libras anuales. No se entiende bien el porqué de estas concesiones, pero lo cierto es que se convierte en duque de Nemours, príncipe de sangre y miembro del Consejo Real al lado de Carlos VI. Deja el título de conde de Évreux en 1404, aunque el estatus y el poder de Carlos III de Navarra en la corte de París asciende, al ser rey de Navarra y duque de Nemours. Actuó como árbitro dentro del Consejo Real. Carlos III tenía raíces familiares extensas: su padre era Capeto, su madre Valois, sus tíos Carlos V de Francia y los duques de Berry, de Borgoña y de Anjou. También eran primos suyos Carlos VI de Francia, Luis de Orleans y Juan sin Miedo. Y era, asimismo, cuñado del duque de Bretaña y de Enrique IV de Inglaterra.

En 1406 se reanuda la guerra franco-inglesa y la situación de Carlos III de Navarra, que contaba con amigos y familia en los dos bandos, no se presentaba cómoda ya que tenía que apoyar al rey de Francia por su condición de vasallo y, a la vez, no podía atacar a Inglaterra porque era cuñado del monarca inglés, casado con su hermana Juana. No era posible quedar bien con todos, pero Carlos III siempre mantenía su neutralidad diplomática como arma para no tener enemigos alrededor. En este caso, para evitar entrar en el conflicto de la guerra de los Cien Años, acude a los asuntos de la Península participando en la guerra de Granada en 1407, acompañando al sobrino de su mujer Fernando de Trastámara, futuro rey de Aragón.

Otro sobrino de su mujer, Enrique III de Castilla, había fallecido un año antes, en 1406. En ese año de 1406 vuelve a Navarra para preparar la boda de su hija Beatriz de Navarra con el conde de La Marche, Jaime II de Borbón-La Marche. En 1407 el duque Luis de Orleans fue asesinado en París por orden del duque Juan de Borgoña (Juan sin Miedo), ambos primos de Carlos III. Este hecho provocó una crisis en el reinado de los Valois y dio lugar a dos grandes facciones y a una guerra civil que paralizó a Francia en ese año: los armañac (que recibieron este nombre a causa de su jefe el conde de Armagnac, suegro de Carlos, el nuevo duque de Orleans) y los borgoñones. Carlos III era partidario del duque de Borgoña, aunque aparentemente mantenía su neutralidad. En 1408-1411 realiza el tercer viaje a Francia a través de Aragón. Se entrevista con el rey de Aragón Martín el Humano, su consuegro, porque su hija Blanca estaba casada con el hijo del rey, Martín el Joven. También visita al papa de Aviñón, Benedicto XIII (aragonés de origen, cuyo nombre era Pedro de Luna, 1328-1424), en Perpiñán. Carlos III como rey de Navarra apoyó al primer papa de Aviñón, Clemente VII, ya que los franceses le apoyaron en contra del pontífice romano Urbano VI. Sin embargo, los franceses no apoyaban a Benedicto XIII por ser aragonés, por lo que Carlos III no podía apoyar al papa Luna de forma oficial, aunque en la práctica no modificó su posición al respecto. Finalmente, cuando el concilio de Pisa (26-6-1409) elige al nuevo pontífice Alejandro V y condena a Benedicto XIII y a Gregorio XII, Carlos III se vio obligado a secundar tal nombramiento en calidad de vasallo de Carlos VI de Francia y debió renunciar a la obediencia aviñonesa de Benedicto XIII. El nuevo pontífice inviste a Luis II de Anjou como rey de Sicilia y Carlos III tuvo que reconocer tal nombramiento en perjuicio de su hija Blanca, que ejercía como regente de la Corona de Aragón en Sicilia.

La dualidad de Carlos III en este aspecto es manifiesta, ya que como rey de Navarra seguía el postulado de Aviñón. En 1408 el marido de su hija Blanca, Martín el Joven, muere y la situación en Sicilia se complica. Y en 1410 el rey de Aragón Martín el Humano también fallece sin dejar descendientes que heredaran la Corona. La corte de París que visita Carlos III en aquella época estaba controlada por el duque de Borgoña, Juan sin Miedo. La facción contraria estaba representada por la Liga armañac de Gien, en la que casi todos los príncipes de sangre entraron a formar parte, excepto Carlos III de Navarra, simpatizante del duque de Borgoña, favorito de Carlos VI.

Todos protestaban ante el monarca francés alegando que tenía que hacer justicia y poner orden en el reino, y que un asesino como Juan sin Miedo no debía estar al lado del rey. Carlos III tenía que solventar las deudas contraídas años atrás y necesitaba al duque de Borgoña, que controlaba las cuentas del reino, razón por la que permanecía a su lado y que le impedía entrar en la Liga de Gien, donde estaban sus familiares y amigos de siempre. Consigue la firma de un acuerdo secreto con el duque de Borgoña el 8 de septiembre de 1409, solucionando así parte de sus deudas. La situación en Francia empeora cada vez más, la Liga de Gien decide entrar en guerra contra el duque de Borgoña y sus ejércitos se concentran cerca de la corte para tratar con el rey. Hubo gran tensión entre los dos frentes, pero al cabo se llega a firmar una tregua «bicetre», acordando marcharse cada uno de los bandos a sus dominios y dejar solo al monarca para que los asuntos de la corte los resolvieran los funcionarios profesionales.

Carlos III pudo salir de la corte para marchar a Navarra sin tener que enfrentarse con los de la Liga ni con el duque de Borgoña, gracias a la tregua. Su neutralidad estaba comprometida debido a su fidelidad al duque de Borgoña, que era enemigo del resto de los príncipes. A partir de ese momento ya no regresará a Francia y se dedicará a los asuntos peninsulares, a pesar de seguir siendo duque de Nemours y vasallo de Carlos VI de Francia. Por otro lado, el problema del Cisma también afectaba a Carlos III ya que Francia se alejaba de la adhesión al papa de Aviñón condenando a Benedicto XIII el 5 de junio de 1409. Carlos III, en tanto que duque de Nemours, tenía que aceptar al nuevo pontífice Alejandro V.

En tanto que rey de Navarra, continuaba apoyando al papa Luna ya que sus aliados peninsulares seguían a Benedicto XIII. En 1412, para elegir el nuevo rey de Aragón, se celebra el Compromiso de Caspe y entre los candidatos sale elegido Fernando de Trastámara, sobrino de Leonor, esposa de Carlos III. Mantener la amistad y las buenas relaciones con todos los reinos vecinos era lo que intentó Carlos III como rey de Navarra y duque de Nemours. No resultó mal su política, por lo menos durante su reinado, pero por tener que ceder y aceptar las condiciones de los demás para mantener la paz perdió parte de sus territorios y derechos. Quizá un reino como el de Navarra no habría podido sobrevivir al lado de reinos poderosos sin tal diplomacia porque enfrentarse con ellos habría significado ser invadido y quedar en situación de reino anexionado. Hizo todo lo contrario que su padre. La realidad fue que Carlos II, su padre, no hizo más que reclamar sus derechos de sucesión a la corona de Francia y por lo tanto no hay que criticar su actuación.

Se vio obligado a usar un fuerte carácter para luchar contra todos con tal de no perder sus derechos dentro de la dinastía Valois. Desgraciadamente su lucha no dio fruto, sino todo lo contrario, aunque deseó que su hijo continuase luchando como él. Pero como pasa a veces los hijos llevan a cabo una estrategia contraria a la de su progenitor, y Carlos III cambió totalmente la política de su padre y en lugar de reclamar sus derechos ofreció  su amistad y colaboración para evitar hostilidades dentro del reino de Francia, donde Carlos III era príncipe de sangre y miembro del Consejo Real. En 1415 fracasa el intento de resolver el Cisma después de la reunión celebrada en Perpiñán entre el emperador Segismundo, Fernando I de Aragón y el propio papa Luna.

Otros dos pontífices, Juan XXIII y Gregorio XII, habían abdicado ante la presión. Benedicto XIII no quiso renunciar, a pesar de que reinos amigos como Aragón, Castilla y Navarra pedían su abdicación. Sorprendentemente, Carlos III solicitaba una dispensa matrimonial de su hija Isabel al papa Luna en enero de 1416. El 27 de febrero de 1415 fallece su mujer, Leonor, y el 2 de abril de 1416 muere Fernando I de Aragón. Van desapareciendo personalidades de su época, pero Carlos III sigue gobernando durante treinta y ocho años.

En Castilla, durante su reinado, se sucedieron tres reyes (Juan I, Enrique III y Juan II), y en Aragón, cuatro (Juan I, Martín I, Fernando I y Alfonso V). El 1 de junio de 1418 muere Catalina de Lancaster, reina viuda de Enrique III y madre de Juan II de Castilla. En julio de 1419 su hija Blanca, la viuda de Martín el Joven, se casa con Juan de Aragón, segundo hijo de Fernando I y hermano de Alfonso V. Blanca era la heredera de Navarra por fallecer su hermana mayor, Juana, en 1413, que estaba casada con el conde de Foix. Carlos III, ya mayor, observa los conflictos que los infantes de Aragón, encabezados por su yerno Juan, provocan en Castilla al pretender controlar al joven rey de Castilla Juan II. El 14 de julio de 1420, cuando se celebraba la boda de su hija Blanca con Juan de Aragón, se producía el secuestro de Juan II de Castilla, junto con su privado Álvaro de Luna, en Tordesillas. Dicho secuestro fue pergeñado por Enrique, el hermano de Juan, que aprovechando la ausencia de su hermano quiso quedarse con la gobernación de Castilla. Para Carlos III todo eso era inaceptable, pero los hijos de Fernando I, los llamados infantes de Aragón, tenían intención de apoderarse de Castilla porque eran castellanos y querían intervenir en los asuntos del reino al lado de Juan II, aprovechando que era su primo pequeño, de solo 15 años. Carlos III no imaginó que en el futuro su yerno se quedaría con el reino de Navarra, una vez muerta su hija Blanca, y que denegaría la herencia a su nieto Carlos de Viana.

Aunque ocurrieron calamidades en la corte Valois por la lucha entre los príncipes e incluso se produjo la derrota de los Valois por el rey de Inglaterra Enrique V, Carlos III ya no volvería a Francia, dedicándose solo a los asuntos de su reino de Navarra. Promovió la ampliación del castillo de Olite convirtiéndolo en palacio real de la corona de Navarra, de estilo borgoñón y muy lujoso. También mandó reconstruir la ruinosa catedral de Pamplona, que había servido como lugar de coronación, funerales y sepulcros de sus antepasados desde el siglo xii, con arquitectura gótica para su enterramiento junto a su esposa Leonor.

Fue aficionado a las joyas, los libros, las telas preciosas y al lujo palaciego. Le gustaba el arte y la cultura en general. Fue un príncipe prerrenacentista que por haber residido durante un largo periodo en París estaba al corriente de las modas y costumbres de la época e introdujo todo eso en su reino trayendo a numerosos artesanos, orfebres, plateros, escultores, maestres de obras, relojeros, bordadores, etc. Incluso en cada viaje a París los nobles navarros acompañaban a Carlos para obtener una experiencia enriquecedora para su reino.

Se creó el título de príncipe de Viana el 20 de enero de 1423 para su nieto Carlos. Ya existían en Europa títulos para los herederos de la corona tales como príncipe de Gales (1283), delfín de Francia (1346), príncipe de Gerona (1414) y príncipe de Asturias (1388). En el mismo año de 1423 promulgó el Privilegio de la Unión para poner fin a la división municipal de los burgos de Pamplona. El 8 de septiembre de 1425 muere con 64 años de edad en el palacio de Olite. Está enterrado en la catedral de Santa María la Real de Pamplona.

Autor: Yutaka Suzuki para revistadehistoria.es

¿Eres Historiador y quieres colaborar con revistadehistoria.es? Haz Click Aquí

Si quieres leer el artículo mas tarde, descárgatelo en PDF y léelo cuando te plazcaDescárgalo Aquí

Mecenas

Agradecemos la generosa donación de nuestro lector Juan Carlos Prieto Puente,  su mecenazgo desinteresado ha contribuido a que un Historiador vea publicado este Artículo Histórico.

¿Nos invitas a un café?

Si quieres donar el importe de un café y “Adoptar un Historiador”, incluiremos tu nombre como agradecimiento en calidad de mecenas en un Artículo Histórico, puedes hacerlo Aquí:


También puedes apoyarnos compartiendo este artículo en las redes sociales o dándote de alta en nuestro selecto boletín gratuito:

Déjanos tu Email y te avisaremos cuando haya un nuevo Artículo Histórico

Bibliografía:

Yutaka Suzuki, Personajes del siglo xv, Orígenes del Imperio español. ISBN 9788460690399

Foto portada: By Yiorsito – Own work, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=11719201

La entrada Carlos III el Noble, Rey de Navarra se publicó primero en Revista de Historia.


Volver a la Portada de Logo Paperblog