Hace justo una semana me dijeron que me habían asignado Gante (Bélgica) como destino para cursar el segundo año de máster el año que viene, dentro del programa Erasmus. Justo acababa de terminar la serie de Carlos, rey emperador, que trata sobre la figura de Carlos I, el cual nació justamente... en Gante. Las casualidades no existen, así que he tomado este hecho como una señal para
Reconozco que no suelo ver series españolas, hecho del que no me siento nada culpable. Sin embargo, con las maravillas que Movistar Fusión introdujo en muchos hogares españoles en mi casa se empezó a ver la serie Isabel, cuyos capítulos están disponibles en Movistar +. Esta propaganda de Telefónica no se debe a que me hayan contratado como recién lisensiado, lo prometo (no lo han hecho, por si te quedas con la duda).
Isabel no la vi, pero a mi padre le gustó, algo raro para ser una serie histórica (pues en general presentan muchas inexactitudes). Por lo tanto, cuando empezó a emitirse su continuación, Carlos, rey emperador, no fue raro que se empezara a ver en mi casa y esta vez sí, me sumara a la experiencia.
La figura de Carlos I de España y V de Alemania siempre ha sido uno de mis personajes históricos favoritos, por lo que tenía mucho interés en ver cómo reflejaban su vida. El actor que lo representa, Álvaro Cervantes, no me convencía mucho en los primeros capítulos, pero reconozco que conforme avanzaba la serie cada vez se iba pareciendo más a la idea que uno tendría del hombre que concentró más poder desde los tiempos de Carlomagno.
[A PARTIR DE AQUÍ PUEDE HABER SPOILERS PARA QUIEN NO CONOZCA LA VIDA DE CARLOS I]
La serie refleja muy bien la dureza de las decisiones que Carlos tuvo que tomar, sobre todo en relación con los matrimonios de conveniencia de sus hermanas, que crearon muchas heridas en la familia. El matrimonio de Leonor de Austria con su máximo rival Francisco I de Francia es el mejor ejemplo de esto. Por otra parte, la relación con su hermano Fernando (que finalmente heredaría el Imperio), la historia de verdadero amor con Isabel de Portugal y cómo nunca volvió a ser el mismo tras su muerte, o la enfermedad de gota que le lastró en sus últimos años son todos temas que se encuentran a mi juicio bien encuadrados y nos hacen empatizar con un hombre que a primera vista nos debería parecer muy lejano.
"Cuando la miro no veo a la emperatriz, ni a la reina, ni a quien pueda darme hijos. Veo a aquella sin la cual mi vida sería menos vida."
La serie se centra por tanto en Carlos, en la familia de los Austrias, la política y las intrigas de la corte, dejando de lado por ejemplo la acción de las batallas, algo que sería un punto negativo si no estuviéramos hablando de una serie española con recursos limitados. Sin embargo, esta limitación económica no se nota en el vestuario o en la ambientación, que a mi parecer son bastante buenos.
Como contrapunto he tenido la sensación en algunos momentos de que la evolución de ciertos personajes no se justificaba lo suficiente, aunque esto puede ser disculpable por tratar de contar tantas cosas en tan poco tiempo. Hay capítulos que narran del tirón un intervalo de diez años, por ejemplo, y puede chocarnos que un personaje madure tan rápidamente. Sin embargo, esto no pasa con Carlos, cuya forma de pensar y sus cambios de opinión siempre están bien justificados dentro de la trama.
Como toda serie española, Carlos, rey emperador no hace ascos a recrearse de vez en cuando con las escenas de sexo, aunque por lo menos lo hace dentro de un contexto y de una manera menos frívola y más elegante de lo que estamos acostumbrados. No es Juego de Tronos, desde luego.
En cuanto a cómo la serie trata la religiosidad de la época me ha parecido que la enmarca bastante bien dentro de su contexto político, pero se pierde al tratar de reflejarla a nivel personal. Me refiero en particular a la fe de Carlos, que guía la gran mayoría de sus actos pero no sabemos por qué lucha contra los protestantes y contra el infiel (sólo se nos presentan sus razones políticas), no entendemos por qué cree, en definitiva, o tenemos que imaginárnoslo. No se ahonda en su relación con Dios a pesar de que termina su vida en el monasterio de Yuste, aunque sí que se nos muestra en sus últimos años a un rey arrepentido de sus errores (con sus hermanos, con su hijo, su devaneo con Bárbara Bloomberg, etc).
Podría comentar muchas más cosas pero ya te estoy aburriendo, así que concluyo diciendo que Carlos, rey emperador es una serie que recomiendo sobre todo a los amantes de la historia de España, de Europa y del mundo, pues ofrece una perspectiva muy amplia y fiel de todo lo que ocurrió en aquellos años que iniciaron una nueva época: la Edad Moderna.
“Ante todas cosas, habéis menester determinaros en dos cosas; la una y principal: tener siempre a Dios delante de vuestros ojos, y ofrecerle todos los trabajos y cuidados que habéis de pasar, y sacrificaros y estar muy pronto a ellos; y lo otro, creer y ser sujeto a todo buen consejo.”