Revista Cómics

Carlos Trillo (1 de mayo de 1943 – 7 de mayo de 2011)

Publicado el 25 mayo 2011 por Queplanetageneroso

Carlos Trillo (1 de mayo de 1943 – 7 de mayo de 2011)

AVISO: Esta entrada está en construcción. Por problemas técnicos no pude subir imágenes de algunas de las historietas nombradas, de las que casi no hay registro en internet. A esos mismos problemas se debió la tardanza en la publicación de esta entrada. Disculpen los inconvenientes (estamos trabajando) y pronto el post estará completo.

Es difícil abordar la muerte de un maestro como lo fue el guionista de historietas Carlos Trillo cuando en estos escasos días desde su sorpresivo fallecimiento, tanta gente más conocedora y mejor escritora que una misma le ha rendido su homenaje. Es muy difícil pensar de qué modo hablar de lo que este artista significó en un blog que no necesariamente aborda historias como la de El Loco Chávez o Cosecha Verde. Pero entonces, haciendo un poco de memoria, entendí que al final los gustos personales siempre te llevan a un par de constantes básicas. Conocí a Trillo en la revista Genios, cuando tenía 10 años. Sí, definitivamente eso tiene mucho que ver con este blog.

Carlos Trillo (1 de mayo de 1943 – 7 de mayo de 2011)

A partir de 1998, la revista que todavía publica Clarín para competir con las ya míticas Billiken y Anteojito empezaba a ganarse mi atención. Por los juegos, las notas… y sobre todo por las historietas. En cada número venían dos páginas (sólo dos!!) de “Tilo, el viajero del tiempo”, una historia de aventuras, bien simple y atrapante, que tenía por protagonista a un chico que viajaba en el tiempo sobre una silla mecedora. Trillo-Domingues, decía al comienzo de cada episodio y, por esas cosas de la vida, me imaginaba a Trillo igualito al protagonista, Tilo, pero con algunos años más.

Carlos Trillo (1 de mayo de 1943 – 7 de mayo de 2011)

Hacía poco había terminado “Los Misterios de Luna Roja”, otra gran historieta que tuvo su debut en Genios, también con guión de Trillo y dibujos de Eduardo Risso, durante años su compañero de batallas. Pero debo admitir que Tilo me llegó más. Sería porque me encantaban los dibujos de Domingues (y lo copiaba en mis propios bocetos, descaradamente), o porque siempre siempre me encantaron las historias de avenuras fantásticas protagonizadas por chicos.

Tilo tuvo dos historias largas que se iban publicando por entregas en la Genios. En la primera, el protagonista encontraba de casualidad la silla-máquina del tiempo en la casa de su vecina Marga y quería usarla para volver atrás en el tiempo y rendir nuevamente un exámen de la escuela en la que lo habían bochado. A cambio, cumplía con la misión que le encomendaba Marga: llevar una carta a un jovencito, muchas décadas atrás. En la segunda historia, Tilo se quedaba cuidando la vieja casona de su vecina y en uno de sus viajes traía consigo una momia que lo metía en infinidad de problemas, con Egipto incluido en el combo.

La siguiente historia que Trillo hizo junto a Domingues fue “Adrián, Leticia y yo”. Nuevamente me cautivó, es que este tipo tenía tanta mano para traducir en viñetas todas las fantasías preadolescentes… “Adrian, Leticia y yo” era la historia de un grupo de tres amigos que, al no tener talento alguno para formar una banda de rock, y por una apuesta, decidían armar una revista. No eran buenos en casi nada, pero nuevamente lo sobrenatural se cruzaba en sus vidas y terminaban metiéndose en un mundo fantástico que los convertía en animales y los llevaba a estar perdidos y solos en un universo absurdo y fabuloso.

Carlos Trillo (1 de mayo de 1943 – 7 de mayo de 2011)

Ya con los lápices de Bobillo, Carlos Trillo escribió otras dos historias fascinantes para la revista. En este caso eran policiales situados en el pasado y con un tal Martin Holmes como protagonista. Los casos que investigaba se entrecruzaban con lo fantástico, con criaturas de la literatura universal que inauguraba, en su primera historia, el monstruo de Frankenstein. De todas las historias publicadas en Genios, la primera de Martin Holmes es la única que se publicó en formato libro en Argentina, dentro de la colección Aventuras Dibujadas, que lamentablemente no continuó.

Carlos Trillo (1 de mayo de 1943 – 7 de mayo de 2011)

“Julián King” sería otra de las propuestas, ya en un estilo distinto al de la clásica historieta de la revista. Este chico, que descubría ser un mago, estaba dibujado por Ignacio Noé y presentaba dos grandes viñetas por página, sin globos y con un texto que correspondía a cada ilustración. También constaba de dos episodios, el primero contando el descubrimiento de Julián y su identidas a lo Potter y, la segunda, con su rol de mago ya asumido y listo para enfrentar lo que venía luego.

La trayectoria de Trillo en las historietas de mi temprana adolescencia se cerraría con “El Extraño mundo de Brian”, que para romper con el estilo de las anteriores componía episodios autoconclusivos, también de dos páginas por entrega y retornaba a la combinación con los dibujos de Domingues. La premisa era contar las historias de un chico común y corriente que vivía ciertas “rupturas” en su vida cotidiana que lo llevaban a vivir descomunales aunque breves aventuras, para luego volver al mundo real y seguir adelante. Algo así como las Puertitas del Señor López, en cuanto a escapismos mentales se refiere, pero adaptada al público infantil que quizás no se sentía tan deprimido al volver a ese mundo real que, por lo menos, inlcuía Pasta Frola y figuritas de los Caballeros del Zodíaco.

No es el modo más justo ni más culto de hacerle un homenaje, pero al menos durante las búsquedas que hice para escribir este post, puedo ver que poco y nada se ha escrito sobre estas historietas. Que si son las mejores, las más originales, las más profundas? Es que da lo mismo. Pero a Trillo, que lo vi de refilón en tantos eventos y nunca me animé a dirigirle la palabra, no me queda otra que decirle ahora, más nunca que tarde… gracias por tanto.

Carlos Trillo (1 de mayo de 1943 – 7 de mayo de 2011)


 


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