Una breve entrada sólo para recordar a aquellos que como yo se perdieran la representación en su día de "El alcalde de Zalamea" en el Teatro de la Comedia de Madrid, que pueden verla hasta el próximo 29 de enero en el mismo teatro y por los mismos intérpretes.
Yo, que la vi la víspera de Reyes, la recibí como un auténtico regalo. El mejor texto de comedia de Calderón puesto en pie magistralmente por mi paisana Helena Pimenta y soportado de increíble manera por un elenco actoral de primera, cuyos integrantes están todos a un altísimo nivel.
Sin duda de entre todos ellos destaca Carmelo Gómez que compone un Pedro Crespo muy creíble: humilde pero digno, respetuoso pero defensor de su parcela individual, sencillo pero orgulloso... Su voz, sus gestos, su movimiento..., llenan la escena por sí mismos. Pero si a él unimos a Joaquín Notario en el papel de don Lope de Figeroa la pareja desarrolla en escena un noble y agradable duelo dialéctico en el que cada uno defiende la parcela que le corresponde sin menoscabar ni invadir la contraria. ¡Fantásticos ambos!
Luego vienen las mujeres: Nuria Gallardo en el papel de la bella Isabel que es capaz de pedir la muerte por haber sido causa de la pérdida del honor de su familia al haber sido deshonrada con fuerza por el capitán Don Álvaro de Ataide (Jesús Noguero); Inés (Alba Enríquez), la prima y compañera de Isabel; y Chispa (Clara Sanchis), sobre todo Chispa, mujer que acompaña a los soldados del tercio y que está con Rebolledo (David Lorente) pícaro aprovechado que llegará a pedir la muerte de Pedro Crespo si eso le evita la suya.
También la pareja que cumple la función que en Lope sería la figura del donaire formada aquí por Don Mendo (Francesco Carril) enamorado desesperanzado de Isabel y reverso moral de Pedro Crespo pues su hidalguía es comprada y no de sangre, y su criado Nuño (Álvaro de Juan) que se lamenta siempre del hambre terrible que la pobreza de solemnidad que padece el hidalgo al que sirve le hace pasar. Y, por último la dignidad que representa Juan (Rafa Castejón), hermano de Inés y que representa el progreso de la familia de Pedro Crespo al salir del pueblo para servir a don Lope de Figueroa en el ejército que va camino de Portugal. Formar parte del ejército y distinguirse en el campo de batalla era el primer paso para poder ascender en la escala social y entrar a formar parte o al menos acercarse al estamento de la aristocracia.
La músicaes un elemento importante en los montajes de Helena Pimenta. Es una música barroca tocada en directo al son de la vihuela y de la percusión que acompañan la voz de Rita Barber que canta jácaras, follías y otros temas populares. Es la música y la canción la encargada de marcar el choque entre el poder militar (los soldados, el capitán violador, Chispa y Rebolledo...) y el poder civil (Pedro Crespo y la justicia que representa). Una voz y unas melodías preciosas.
El decoradoes sólo un muro al fondo de la escena que sirve para marcar el afuera y el adentro de los espacios que varían en función del momento argumental: la casa de Pedro Crespo por dentro, la calle que linda con la casa del alcalde, y así.
En fin, no digo más. Sólo volver a recomendar a todos la representación: Un magnífico Calderón pasado por la visión de una excelente directora (Helena Pimenta) que queda plasmado en unos actores excelentes de entre los que Carmelo Gómez destaca sobre los demás sin que ninguno de ellos desmerezca en nada. ¡¡Hasta el 29 de este mes en cartel!!