Desde que descolgué el teléfono y una voz enérgica me habló con entusiasmo del tipo de fotografía de bodas que quería, supe que me iba a encantar poder hacer el reportaje de boda de quien me hablaba. Ella era Carmen, una mujer entusiasta a más no poder, que vive lo que le rodea con intensidad. E imaginaros cómo estaba el día de su boda, radiante, feliz, guapa, Daniel le observaba con satisfacción y a veces me miraba a mí como queriendo decir, si Carlos, así es, me encanta.
Y es que es un placer compartir mucho más que las fotografías de boda con la pareja, de hecho hemos compartido cervezas, risas, experiencias, una preboda en Zaragoza por la noche, se llega a un punto de confianza el cual hace que todo sea más fácil a la hora de fotografiar. Obviamente no es lo mismo si todo eso está que sino. La naturalidad, la comodidad, y todo eso que se habla de no posar, pues bueno, lo de no posar es llegar a conocerte un poquico en cierto modo.
Fue una boda en Zaragoza, por la mañana, y aún en abril con un día excepcional para hacer fotos, para mi fue una boda inspiradora, con color, con música,con emoción, con mucha fiesta, además pocas veces fueron las que alguien me pedía fotos, cada uno estaba pendiente de Carmen y Daniel, de lo que ocurría, y así es como para mí mejor sale el reportaje porque los momentos se capturan espontáneos, tal como son, y es justo el tipo de fotografía que quería Carmen, y el que mejor se nos da.
Hace poco les entregué ya su reportaje de boda, quedaron encantados, me regalaron un obsequio que guardo para una ocasión especial, y ahora se van de viaje, y no precisamente un viaje a algún lugar, se van de viaje entre ellos, y por muchos años.
Os deseo lo mejor, y seguir con esa intensidad bonitos!!!
Os dejo con las imágenes:
Fotógrafo: Carlos Canales
Segundo fotógrafo: Gerardo Kastsenian
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