Carmen Forcadell

La presidenta de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Carmen Forcadell, ha afirmado en una reciente entrevista a los medios, que  “en algún momento inevitablemente habrá que quebrantar la legalidad española porque no permitirá que Cataluña siga con sus aspiraciones”, algo que debería estudiarse para determinar si incurre en alguno de los supuestos penales de la legislación vigente. La locura secesionista catalana es una caricatura grotesca en la que juegan unos pocos, convencidos de su peculiar idiosincrasia, en su mayoría adocenados por la connivencia en el hecho diferencial alimentada desde el propio gobierno central, otros menos numerosos, que utilizan el independentismo como cortina de humo para amasar suculentas fortunas en paraísos fiscales, y una enorme mayoría de votantes que se inscriben a la moda o la tendencia; no ser catalanista está mal visto, y las diferencias de opinión con el pensamiento políticamente correcto, resultan despreciables.

En este panorama desolador, no sorprende en exceso la diarrea verbal de la señora Forcadell, arrogándose el derecho de qubrantar la ley establecida desde un puesto de responsabilidad política. España nos roba, pero, posiblemente, D. Carlos Pujol o D. Arturo Mas sean, en este caso, los más españolistas de todos los catalanes.