NUESTRA OPINIÓN....
Las biografías noveladas me atraen, me gusta esa combinación de realidad y ficción que hay en todas ellas, esa mezcla entre lo que fue y lo que quizás fue, así que en cuanto vi el nuevo libro de Pilar Eyre sobre Carmen Ruiz Moraga, una actriz que fue amante de Alfonso XIII, me llamó la atención. Seguro que además de la vida de esta mujer, había mucho entre sus páginas de ese Rey del que siempre se han señalado sus errores y debilidades, y podría encontrar otras facetas y realidades suyas que son prácticamente desconocidas.Carmen Ruiz Moraga fue, además de la amante del Rey, una actriz madrileña que se creó una vida a su medida, fantaseó creando su propia historia y que supo cómo y dónde dejarla caer para que todos pensaran que pertenecía a la alta sociedad, era hija de buena familia, que había sido educada por institutrices y había estudiando en el extranjero; cuando en realidad era hija ilegítima de un abogado, gobernador civil interino de Granada, que dejó embarazada a la criada que tenía en casa y a la que instaló en Madrid, en la calle Zurbano, donde venía cada 15 días. Una vida que contrastaba con la que era la real, ya que al ser hija ilegítima tuvo que pasar por muchas humillaciones durante su infancia y adolescencia, entre otras, a la hora de recibir una educación.
Desde temprana edad Carmela fue muy fantasiosa y novelera, además de muy guapa, y no desaprovechó la ocasión de convencer a su padre para entrar en el conservatorio que dirigía María Tubau y convertirse en Artista, codeándose con lo más granado del teatro de entonces. Precisamente en el teatro fue donde Alfonso XIII se fijó verdaderamente en ella, porque verse se habían visto con anterioridad, aunque el Rey no recordara la situación en que la vio por primera vez.
Pilar Eyre ha recuperado la figura de esta mujer que parece que muchos se han empeñado en ocultar y que fue mucho más que la amante de un rey por cuya cama pasaban mujeres con demasiada frecuencia, fue su gran amor, un amor que duró 8 años y por el que el Rey estuvo a punto de divorciarse y casarse con ella, si ella hubiese querido.
Una mujer que luchó por no ser como su madre y llevar una vida parecida a la suya. Carmen era una mujer culta y muy trabajadora que luchó por su libertad, una mujer rompedora que quemó corsés, se cortó el pelo y hasta conducía su propio automóvil, y que aunque fue la amante del Rey quería ser ante todo actriz y tener una vida independiente al margen de esa situación. Carmen Ruiz Moraga me ha parecido un personaje muy interesante.
Al ser Carmen actriz, la novela se desarrolla en un contexto que me ha parecido muy cautivador y me ha gustado mucho, el teatro de los años 20. Por sus páginas pasean secundarios de excepción. Grandes actores (algunos de ellos miembros de conocida dinastías) como María Guerrero, Carola Fernán Gómez, Fernanda Ladrón de Guevara, Rafael Rivelles; escritores como Valle Inclán, Pérez Galdós, Jacinto Benavente o Juan Chabás, quien además fue su último gran amor; periodistas como José María Carretero (El caballero Audaz); gente del espectáculo como Raquel Meyer, Pastora Imprerio; el torero Mejicano Rodolfo Gaona, con el que estuvo casada, y hasta José Antonio Primo de Rivera, entre otros muchos.
Muy interesante me ha parecido también la imagen que nos ofrece de Alfonso XIII, un hombre que fue rey antes de nacer, que siempre estuvo rodeado de aduladores por lo que tenía muy poco contacto con la realidad, que nunca tuvo amigos con los que jugar, y educado en la certeza de que él era quien mandaba y estaba por encima de todos y de todo. Ni siquiera los profesores contrariaban o le reñían. Pilar Eyre nos relatará algunas anécdotas muy ilustrativas.
Carmen era muy lista y no quería ser una más, no quería quedarse en un simple capricho del monarca, después se desencadenó el deseo para dar paso a una pasión intensa y terminar siendo un gran amor. Alfonso, al igual que todo el pueblo, odiaba a su mujer que solo le había dado hijos enfermos y para Carmen no fue difícil con su buen hacer que se enamorara de ella, aunque también tuvieran sus buenos y malos momentos, la suya no dejó de ser una relación tormentosa.
También son curiosos los sentimientos encontrados que, según nos relata Pilar Eyre, sentía Carmen hacia la Reina Victoria. Empezó sintiendo admiración, le gustaba su aire de decadencia, su manera de mostrarse y comportarse, que luego dio pasó al odio y a una rivalidad en la que se sentía vencedora por mantener al Rey a su lado, porque la quisiera y la prefiriera, por tener hijos sanos, por sacarle de su melancolía. Aunque también creció en ella el sentimiento de compasión por Reina a la que llegó a pedir perdón al final de sus días.
En Carmen la Rebelde será la propia protagonista la que nos cuente su historia y sus recuerdos, nos lleve de la mano por su vida y comparta con nosotros sus amistades, sus amores, lo que tuvo con Alfonso XIII. Además, la acompañaremos en los ambientes por los que se movía, por los lugares que visitó y en los que vivió. En definitiva nos va a hacer partícipes de su vida, una vida que fue corta pero intensa.
Está claro que Pilar Eyre ha hecho una gran labor de documentación para la realización de esta novela, ya que son muchos los detalles que cuenta y no se ciñe solo a la vida amorosa de Carmen con el Rey, sino que también hace un retrato de la época y del mundo en el que se movía la actriz.
Creo que después de todo esto queda claro que es una lectura con la que he disfrutado y he aprendido, y que sin lugar a dudas recomiendo a todos aquellos a los que les guste este tipo de novelas.
FICHA DEL LIBRO
FRAGMENTO