Puede elegir voz o texto
Vox es un partido que levanta pasiones. Salvando las distancias ideológicas y políticas, en las últimas décadas solo ha existido un fenómeno comparable en cuanto a repercusión mediática en el teatro de la política y los medios de comunicación, que ha sido Podemos. Ni siquiera Ciudadanos , en ese aspecto, ha alimentado tantas esperanzas y provocado tantos odios como los dos anteriores, seguramente porque el espacio que ha pretendido ocupar es el centro. Un lugar cómodo en el que uno puede ser de derechas un día, de izquierdas otro, y que en demasiadas ocasiones facilita el pensamiento bisagra necesario para justificar falta de compromiso o, peor aún, una poco disimulada disponibilidad para el mejor postor. Pero nada es para siempre, y ya algunos ven evidente que el efecto Vox podría estar desinflándose y hasta dudan de que en unas nuevas elecciones generales hoy, Vox pudiera mantener sus recién conseguidos 24 diputados en el Congreso.
Como ya he comentado en varias ocasiones en este blog y en otras publicaciones, yo estuve en Vox en los inicios. Eran tiempos heroicos en los que la mayoría de los medios, si te hacían algo de caso, generalmente era para reírse de ti y tu partido. Tiempos en los que si uno quería hacer algo para cambiar las cosas, debía poner recursos y dinero para tratar de hacerse oír. Tiempos en los que decir “Vox” sonaba más sinónimo de un diccionario que de un símbolo de un afán político que pretendía devolver a la derecha el rumbo que había perdido.
Y como he escrito aquí en alguna ocasión, y en otros medios, salté de Vox, y no fui el único por aquellos días, cuando un sector de la jefatura del partido le hacía el vacío al entonces candidato de la formación para las elecciones europeas, para acelerar su marcha, y tras unas primarias sospechosas no precisamente por la transparencia de los procedimientos, muchos liberales abandonamos un partido que, apenas recién nacido, ya estaba convirtiéndose en un chiringuito personalizado para mayor gloria del nuevo líder y su cónclave de aduladores.
Este blog tiene el privilegio de contar con dos lúcidos colaboradores que también formaron parte de Vox en su momento, y decidieron marchar con dignidad en lugar de permanecer esperando un carguito o un sueldo público. Tanto Carmen López Guzmán como Santiago Hernández de Andrés llegaron a Vox con ilusión y salieron decepcionados.
Carmen López Guzmán ha sido entrevistada en Alerta Digital y ha demostrado que posee el valor necesario para llamar a las cosas por su nombre. Una mujer que, además de inteligente y preparada, posee el arrojo necesario para defender su propia independencia y sus ideas por encima de partidismos; lo que hace de ella una disidente que mantiene sus principios y valores a salvo de la desinformación habitual que corre por la inmensa mayoría de los medios intoxicando a la vulnerable y maleable opinión pública en general.
Enfrentarse hoy públicamente a las corrientes políticas de moda, al feminismo convertido hace mucho tiempo en feminazismo, o apoyar a políticos como el satanizado Salvini, es posicionarse directamente en contra de una gran mayoría lobotomizada por el pensamiento progre, la ideología de género y los medios vendidos al poder político y económico imperante. La independencia de criterio no es un camino fácil. En demasiadas ocasiones mantener una opinión alejada de lo comúnmente aceptado y corrupto suele traer peores consecuencias al disidente que al indeseable que vive del poder. Pero personas como Carmen López Guzmán constituyen los mejores ejemplos de que cada uno, en su ámbito de influencia mayor o menor, puede batallar para mantenerse limpio de las peores influencias y puede dar ejemplo de cómo hacerlo.
Merece la pena leer las declaraciones de López Guzmán en Alerta Digital. La farsa de los dirigentes de Vox o la posible instrumentalización del partido como disidencia controlada, son argumentos que se han nombrado en este blog en alguna ocasión. Y uno se siente “menos solo” cuando advierte que otros piensan lo mismo, no de un modo frívolo, sino habiendo investigado y documentándose al respecto
Se puede acceder a la entrevista en su publicación original pinchando en la imagen.
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