"Hay que luchar por las costumbres heredadas porque son nuestras raíces"
Esta mujer, nacida en Camasobres, a pocos kilómetros el Puerto, se casó con Manolo, el de Lores. Cuando leyó la entrevista que le hicimos a Mariano Ruesga, la primera de esta serie publicada en EL NORTE, ya se le animó el rostro a la que hoy es nuestra protagonista.
La intuición no me falla tampoco en este caso. Carmen Luisa está curtida ya por mil batallas. Lo mismo ordeña que cocina. Tanto mundo anida en su interior que la conversación se alarga durante cinco horas, un día festivo, la tarde cayendo lentamente mientras degustamos el orujo casero y después de romper el primer frío que se establece a la puerta de casa, antes de comenzar el relató que la llevará a una página del periódico. Recuerdo las primeras palabras de esta joven: Te tengo miedo. Después, la preocupación constante durante la entrevista: "Eso nome despido, el agradecimiento sincero por haberla tenido en consideración, dejando a mi criterio la valoración de sus palabras. lo anotes, ¿qué has escrito? ¡Te has pasado la tarde escribiendo!" Y cuando
He aquí una mujer satisfecha del pueblo, incrustada ya en la tradición y la semblanza de un pueblo que basta hace muy pocos años desconocía.
Carmen Luisa podría vivir en la ciudad y nadie lo notaria, pero vive en el pueblo y grita por el pueblo y lucha para que el pueblo permanezca.
Lo he encontrado todo: mi casa, mis hijas, mi familia...
Sí. Lo tengo muy claro. Yo que conocí tan pronto las ausencias en mi vida, creo que no hay otra manera de conseguir la superación. Todo lo que tenga se lo debo al trabajo.
Yo creo que si nosotros mismos no intentamos valorar esto que tenemos, nadie lo hará. Tenemos que luchar por las costrumbres que nos han dejado, que son nuestras raíces .... aunque hay que modernizarse. Si hay que ir con las vacas, vamos con las vacas; a leña, pues a leña, pero a mí que no me venga nadie diciendo que ellos vienen a guardar esto, porque somos los que estamos aquí los que lo hemos cuidado. Esto está perfectamente bien coma está, no necesitamos cambiar con parques ni con historias raras.
El desenlace fue bueno. Mientras duró la historia fue muy doloroso. Tengo que decir que a mí me atendieron muy bien; incluso, el gobernador estuvo constantemente pendiente de mi caso. Yo lo pasé fatal. Moralmente, se me venía todo encima. Igual había ocho metros de nieve. Dicen que ha sido la nevada del siglo...
Yo pienso que nos deberían ayudar a los ganaderos, por lo menos tanto como ayudan al Medio Ambiente. Y lo digo yo que me siento tan ganadera corno mi marido. Es de lo que trabajo y de lo que vivo.
Me parece que no la quieren conocer'. Yo por lo que hablo con otras mujeres... aunque hay que reconocer que esto es muy duro, `hay que mamarlo'. Antes era otro mundo. Ahora mismo somos una en cada pueblo. Yo no me puedo poner, por ejemplo, a la altura de la farmacéutica y por otro lado, los que se han ido no vuelven, aunque lo estén pasando mal.
Yo no. Llevo quince años aquí y lo he visto tres veces. Una vez en la vaguada de los collados, hace pocos días y en otra ocasión a la entrada de las Tenadas. Me parece bien que las personas que cuidan al oso, si les pagan por ello, lo sigan haciendo, pero a mí no me inmuta, me parece normal, coma las personas, ¿por qué tanta cuento con el oso?.
El lobo es otra historia. Porque el lobo nos mata los animales. Una cosa que es de tu vida, de tu trabajo... y que luego tardas mucho en cobrar.
Pienso que están todos de mas. Creo que están de sobra.
El futuro es que el ganado valga dinero, que si hay futuro de turismo, que bien, pero que se puedan conjugar. No olvidemos que La Pernía es una comarca eminentemente ganadera.
Sección: "Protagonistas de la montaña palentina"