Revista Sociedad

Carmen Panadero firmará ejemplares de su obra en la Feria del Libro Hispanoárabe

Publicado el 25 enero 2017 por Comunicae @comunicae

Este fin de semana, el Círculo Intercultural Hispanoárabe organiza su Feria del Libro en el palacio de la Merced de Córdoba. El acontecimiento contará con interesantes actividades los tres días, como conferencias, proyecciones de películas y mesas redondas. No obstante, será el sábado 28 cuando Carmen Panadero presente y firme a las 18h su primer ensayo: Los andaluces fundadores del emirato de Creta. Además, hablará sobre sus cinco novelas históricas, en especial, sobre La estirpe del arrabal. Esta obra es el complemento perfecto para el ensayo, puesto que también versa sobre la revuelta que tuvo lugar en Córdoba en el año 818 d.C. A ella, se unen La cruz y la media luna, El collar de aljójar, El halcón de Bobastro e Iberia histérica, aún sin publicar y la más reciente de todas­.

Esta Feria del libro Hispanoárabe es importante para mí, en primer lugar, por celebrarse la presente edición en mi ciudad natal, Córdoba, además de porque participo en ella con los cinco títulos que tengo publicados sobre tema andalusí. El ensayo Los andaluces fundadores del emirato de Creta será presentado el día 28 a las 18h en esta Feria, por la doctora Mª Jesús Viguera Molins, arabista, medievalista, catedrática de Historia Medieval de la Universidad Complutense de Madrid y Académica de la Real Academia de la Historia.

Es para mí un privilegio –y no sabría explicar por qué me ha sido concedido– que una autoridad en la materia se preste a presentar mi obra. A la doctora Viguera, que es siempre una de mis fuentes de documentación más fiables, agradezco enormemente su disponibilidad y su afecto.

Carmen Panadero ha realizado un impecable trabajo de documentación y narrativa con Los andaluces fundadores del emirato de Creta y La estirpe del arrabal mostrando la otra parte de la historia. Al-Hakam I se erigía como el emir en el 818 d.C y su política no era bien recibida por la población, quien la consideraba tirana e injusta. En reuniones clandestinas donde la opinión estaba liderada por los alfaquíes, los habitantes del arrabal cordobés fueron perfilando los primeros esbozos de la sublevación. No obstante, el resultado no fue el esperado y una durísima represión cayó sobre ellos. El arrabal fue saqueado durante días y muchos rebeldes, crucificados. Miles de personas tuvieron que abandonar la ciudad o exiliarse. Así, un grupo de cordobeses consiguió conquistar la isla bizantina de Creta, donde construyeron una flota imponente y realizaron algunos actos de piratería. Su hegemonía allí duró casi un siglo y medio.

La razón para escribir dos obras sobre el mismo asunto fue debido a que una novela solo puede abarcar una generación, dos a lo sumo. Por eso, la novela La estirpe del arrabal se centra en los dos primeros emires. Pero yo había conseguido documentación de todo el siglo y medio que duró el emirato, con todas las batallas navales y hechos históricos y culturales de los demás emires, documentación que fue muy arduo conseguir, que incluyó viajes a los escenarios naturales, no solo para visitarlos, también para traerme todo lo que se hubiera escrito sobre el tema, sin importarme el idioma en que lo encontrara. Y, por ello, decidí rescatar en el ensayo Los andaluces fundadores del emirato de Creta todos los datos que exceden al periodo de la novela (pero también los de la novela). Ambas obras comienzan en Córdoba con el motín del arrabal.

En lo que respecta a La estirpe del arrabal, con un lenguaje que roza la poesía y un estilo coherente con el tema, Carmen Panadero narra con una habilidad exquisita esta pieza de la historia que bien podría formar parte de cualquier novela de aventuras. Desde la primera página, hipnotizan sus descripciones, llenas de una belleza singular, y la facilidad de conquista de sus personajes. Es como si el lector entrase en las casas de los protagonistas para comprobar y palpar lo que está sucediendo, para ponerse en su lugar y conocer de primera mano la tormentosa situación que viven casi a diario. Aunque no es solo la belleza y la magia de los paisajes, sino la capacidad de hacerle viajar hasta allí. Entre la cotidianidad, los abusos de la autoridad y las conversaciones entre familiares y vecinos, se ve cómo se va tramando la insurrección. Y de esta manera, entre escenas que siempre tienen algo que aportar, el público se hallará enganchado a la novela.

Junto con la documentación, lo más importante es la ambientación. Una novela bien ambientada nos ayuda a sentirnos inmersos en la época en que se desarrolla la acción. Al mismo tiempo, hay que señalar que no se puede lograr la ambientación adecuada sin una buena documentación sobre costumbres y vida cotidiana del periodo histórico en que nos centremos. Para mí es esencial acudir, entre otras fuentes, al refranero (andalusí en el caso de mis novelas históricas). Todos sabemos que los refranes son fruto de la sabiduría popular, a través de ellos el pueblo habla con sus propias palabras, pero al mismo tiempo nos transmiten la filosofía de vida de ese pueblo que los genera. Conocer esa filosofía de vida es básico a la hora de ambientar una novela.

Aunque escribir no versa simplemente de las habilidades literarias que uno posea. También significa ser fiel y sincero con lo que uno cuenta, hacerlo con sensibilidad. Y a la autora no le falta ni esto ni un factor de suma importancia que siempre debería estar presente en cualquier obra: la pasión por lo que uno escribe. De esta manera, La estirpe del arrabal y Los andaluces fundadores del emirato de Creta desencadenan un efecto adictivo propiciado por la mezcla de sabiduría, destreza y amor. Carmen Panadero es la maestra que a cualquiera le gustaría tener. Con estas dos obras, hace alarde de sus facultades como profesora, en este caso, de Historia. Cuenta a los lectores la parte fascinante de la misma, demostrando que, a veces, la realidad puede ser mejor que cualquier película. Precisamente, la revuelta del arrabal parece una vibrante historia de aventuras en el mar, un cuento que digno de seguir disfrutando mil y una noches y más.

Comencé desde muy joven porque la literatura y la historia me apasionan. Fui siempre, desde niña, una lectora voraz y, al principio, nada selectiva: leía todo lo que caía en mis manos. Con el tiempo, me fui volviendo más exigente. Escribir es para mí la forma de vivir otras vidas y otras experiencias, esas que no he leído y que me gustaría leer. Al mismo tiempo, trato de hacer partícipes a otros lectores, logrando que vivan también mis 'historias'.

En mi afán por la escritura hay mucho de evasión, de medio de expresión y de comunicación con los demás, al mismo tiempo que sacio un ansia de aprendizaje de la historia.

Dicen que la historia la escriben los ganadores, pero la gente del arrabal cordobés, a pesar de haber dejado mucho atrás, también ganó y pasó a formar parte de la leyenda. La historia es la suma de todos y cada uno de los factores que intervienen en ella; todos cuentan y hacen que pasado, presente y futuro sean como llegan a ser y conformarse. Y esta es otra de las magníficas cualidades de Los andaluces fundadores del emirato de Creta y La estirpe del arrabal: hacer al público partícipe y testigo de su propia historia, recordarle que siempre hay mucho más en el fondo de lo que la forma deje ver. Con tantos aspectos positivos, uno no puede sino lanzarse a una imparable lectura en la que magia e historia se unen para acercarnos a un pasado de matiz brillante.

La primera idea fue escribir la novela porque la gesta que llevaron a cabo las 22.000 familias cordobesas desterradas a consecuencia del motín del arrabal de Sequnda (Córdoba) es desconocida en nuestro país, pese a ser merecedora de toda nuestra admiración y reconocimiento. Aquellos desterrados eran gente sencilla del pueblo (artesanos, mercaderes, funcionarios, etc.) a quienes el exilio y la desesperación condujeron a crear un arrabal en Fez, a arrebatarle Alejandría al califa abbasida convirtiéndola en república independiente y, finalmente, y sin haber visto antes más aguas que las del Guadalquivir, conquistar al Imperio Bizantino la isla de Creta y otras muchas del mar Egeo, donde instauraron un emirato (…). La idea era hacer justicia a estos desterrados porque la historia que se conocía es la que difundieron los cronistas bizantinos, que de ninguna manera podían ser objetivos y que tildaron a los cordobeses de Creta de piratas.

Sobre sus proyectos futuros, Carmen Panadero comenta que está inmersa en una nueva novela histórica, pero antes editará una historia de misterio como muestra irrefutable de su enorme versatilidad: 'La primera que se podrá leer será La horca y el péndulo, premiada el pasado diciembre en el Certamen de Novela Princesa Galiana del Ayuntamiento de Toledo, que aparecerá publicada en el próximo mes de marzo'.


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