En contra de su decisión del 2017, Carmena sí se presentará en el 2019.Iglesias, un tanto molesto.Manuela Carmena, ex jueza de 75 años (“Ese es un elemento extraordinariamente positivo”, asegura ella, trabajando para la ciudad que la “rejuvenece”), concurrirá esta vez a las urnas en condiciones distintas a las que se presentó en 2015. La alcaldesa ha dado por cerrada la etapa de Ahora Madrid y ha anunciado que se presentará a través de una plataforma nueva “sin dependencias”. Izquierda Unida, Anticapitalistas y Ganemos han criticado esta posición y defienden la necesidad de llegar a través de un proceso colectivo. Pero, en el caso de ganar los comicios, Carmena quiere elegir a quienes serán sus compañeros. Y pretende aumentar su libertad para poder diseñar su propio equipo. Lo que ha generado divisiones internas y la oposición frontal por parte de algunas figuras como Pablo Carmona, otro concejal discrepante quien definió la nueva candidatura de Carmena de un ejercicio de “monarquía municipalista” al no concurrir a unas primarias internas. Carmena aclara que lo único que hace es poner sobre la mesa una propuesta: “Estoy dispuesta a ser candidata en esa plataforma que debe tener unas características nuevas. Yo no voy a hacer esa plataforma sino las fuerzas progresistas de Madrid”. La intención de Manuela Carmena ha abierto fisuras entre Podemos e Izquierda Unida a los que, en el fondo, les molesta que la alcaldesa siga rehuyendo de las siglas de las formaciones políticas. Carmena ha dejado claro a lo largo de tres años que quiere una lista independiente que pueda elegir ella, sin interferencia de los partidos. Y lo demostró al destituir a Carlos Sánchez Mato, de IU, su delegado de Economía, y con los roces esporádicos pero reales con Pablo Iglesias, quien apostó por ella en 2015 para las elecciones pero pronto se arrepintió al ver que la marca de Podemos no sobresalía y ni siquiera lucía o permitía interferencias a la hora de querer influir sobre algunos de los miembros de Podemos en su gobierno. En cambio, Carmena se rodeó de gente de confianza como Rita Maestre, cercana a Íñigo Errejón, y otros colaboradores como Marta Higueras, Inés Sabanés o Luis Cueto.
Carmena se siente fuerte, sabe que es el principal activo de la izquierda en Madrid e impone sus condiciones: contar con gente de su confianza sin obligaciones con IU y Podemos. Incluso se ha acercado al PSOE, aunque los socialistas hayan descartado integrarse en la agrupación de la alcaldesa. El mismo apoyo en publico de Pedro Sánchez molestó en las filas de su partido. Pero la relación amor-odio entre Carmena y la izquierda ha permitido seguir adelante, aunque Iglesias esté empeñado en que, al menos, el ex JEMAD, José Julio Rodríguez, sea el próximo número 2 del Ayuntamiento. En cambio, Errejón celebra en los medios la candidatura de Carmena como una “excelente noticia” y dice que ella representa para él “no sólo un referente político”, sino también “moral y personal”. Pablo Iglesias y Manuela Carmena se muestran de acuerdo en que la lista electoral esté compuesta por “perfiles que le sean útiles para gobernar”, como venía exigiendo desde hace meses la alcaldesa. Su núcleo duro, por tanto, tendrá vía libre para situarse en las primeras posiciones de la lista, mientras que los ediles del sector crítico, principalmente de Ganemos e IU, serían apartados del proyecto.
Carmena anunció el pasado lunes el acuerdo y su decisión de volver a presentarse a las elecciones municipales del próximo mes de mayo. Varios ediles del equipo de la alcaldesa de Madrid han expresado en redes sociales su desacuerdo con que no haya un proceso de democracia interna de cara a 2019. “Nosotros -aseguran fuentes de Podemos -producidas después de la reunión de Pablo Iglesias y Manuela Carmena- vamos a garantizar a Manuela pleno control de su equipo de gobierno y una candidatura plural con perfiles que le sean útiles para gobernar, ésta es nuestra voluntad públicamente desde hace tiempo”. Desde Podemos aseguran que “las fórmulas jurídicas que tengan que ser se verán más adelante”, pero insisten en que si Carmena elige a su equipo con una fórmula como la Agrupación de Electores, contraviene al pacto llegado entre las formaciones de Pablo Iglesias y Alberto Garzón para la capital. Sin embargo, como ha señalado la alcaldesa, todavía estamos en septiembre y quedan ochos meses por delante hasta que lleguen las elecciones de la primavera de 2019. Tiempo hay para llegar a un acuerdo.