Segundo largometraje de Paco León como director y guionista en el que demuestra una gran madurez tras las cámaras consiguiendo una historia que se mueve cómodamente entre el drama costumbrista y la comedia más negra. Al igual que en la primera parte el plantel de actores lo forman familiares y amigos que, con mayor o menor acierto, buscan un tipo de interpretación lo más natural posible dentro de una campechana puesta en escena. El resultado es una premisa disparatada llevada al límite con situaciones y conversaciones tan absurdas que hacen reír o tan cercanas a la realidad que hasta asustan.
Mi puntuación: 6/10