Revista Educación

¿Carnaval o desintoxicación?

Por Siempreenmedio @Siempreblog

No es muy común en mí, pero este año he cambiado carnavales por unos días de relax con la familia en La Gomera. Nada de hacer turismo, sólo se trataba de descansar, de disfrutar del sol, del mar, de las cervecitas y las cenas ricas con la gente que quieres. El lugar elegido fue Valle Gran Rey, un precioso pueblo costero al oeste de la isla que goza de un clima magnífico casi todo el año además de las puestas de sol más maravillosas que he tenido ocasión de ver. Lo que no esperaba es que, además de todo lo que tiene que ofrecer este municipio, me iba a servir de clínica de desintoxicación. Y es que, desde que pasas el cementerio  y bajas hacia el mar, comienzas a perder la cobertura poco a poco hasta llegar a quedarte ‘totalmente incomunicada’ como dice Antonia San Juan.  Ni teléfono, ni Internet, ni What’s Up, ni Line, ni nada de nada que te permita interactuar con el resto del universo.Valle Gran Rey

Ya se pueden imaginar cómo se siente una cuando está acostumbrada a utilizar las nuevas tecnologías para casi todo en su vida diaria. El término desintoxicación es justo el adecuado ya que pasas por todas las fases del síndrome de abstinencia. Primero intentas desesperadamente conseguir algo de eso que te tiene enganchado, pides a todo el que tienes a tu alrededor que te dé un poco, buscas por cualquier rincón donde te hayan dicho que alguna vez lograron cobertura y pruebas todas las posibilidades que te sugieren. Una vez que te has hecho a la idea de que no hay ninguna probabilidad de lograrlo, te dices a ti misma que te vendrán genial unos días de desconexión. Es lo que llaman la ‘fase de limpieza física’, la más fácil. Pero aún te queda superar la ‘limpieza psíquica’, y esta es mucho más difícil de vencer. Sin querer, cada vez que te encuentras con el móvil, miras a ver si tienes llamadas perdidas o si te ha llegado algún mensaje por casualidad. Entras en el Facebook a ver si por arte de magia se ha actualizado, o intentas ver tu timeline en el Twitter para saber lo se está cociendo. Por mucho que sepas que no ha habido posibilidad de que esto ocurra, no puedes evitar acudir a tu dispositivo y mirarlo. Pasas momentos de impotencia, de furia, de verdadero cabreo… Un par de días más tarde dominas el mono y eres capaz de gozar de todos los momentos sin acordarte de la fuente de tu adicción. Es entonces cuando las cervezas te saben a gloria bendita, el almogrote supera cualquier otro sabor y las puestas de sol te dejan completamente fascinada.

Lástima que las pequeñas vacaciones se acaben y tomes el coche para regresar. Es una pena que tengas que volver por el mismo camino y la sola visión del cementerio traiga a tu memoria que una vez estuviste comunicada con el exterior. Se hace doloroso escuchar el sonido que sale de tu bolso indicándote que te ha llegado un What’s Up y luego dos y así hasta 87, porque en ese momento no hay vuelta atrás, o regresas a Valle Gran Rey para siempre o te vuelves a enganchar irremediablemente al universo. Y yo no podía regresar al pequeño pueblecito, tenía que seguir adelante…

Pd. Si estás interesado en vivir esta experiencia, debes saber que si eres de Movistar sí tendrás cobertura. Así que cambia de compañía.


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