Mary Henry, protagonista del clásico de culto Carnival of Souls además de fantasmas ve colores en la versión coloreada de la película.
Realmente fue un invento absurdo la colorización de películas pero precisamente por ser algo tan absurdo e innecesario ahora me parece una práctica entrañable e inofensiva. Con el tiempo, esos tonos apastelados han ganado encanto por artificiales y gratuitos. El cine coloreado ya es vintage.
Esta entrada fue publicada el 21/05/2013 a las 10:10 y archivada bajo Movies con etiquetas Clásicos, Frames. Puedes seguir las respuestas a esta entrada a través de sindicación RSS 2.0. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu propio sitio.