El Palacio del Marqués de Caro, en Valencia, es un hotel de cinco estrellas, de estilo contemporáneo. Hasta aquí nada excepcional si no fuera por un detalle: es un auténtico museo de la historia de Valencia. Desde la época del imperio romano a la actualidad. Y no porque se hayan colocado piezas a propósito sino porque este antiguo palacio gótico alberga entre sus paredes auténticos tesoros arqueológicos. Con la ayuda de Francesc Rifé, el edificio se ha convertido ahora en el primer hotel-monumento de la ciudad.
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La historia del Caro Hotel es tan singular como la del edificio, integrado en las Casas del Temple y catalogado en el siglo XX como edificio protegido por el Ayuntamiento de Valencia. Todo empezó en 2005, cuando uno de los descendientes de los propietarios quiso transformarlo en hotel y, al ponerse manos a la obra, descubrió el valor arqueológico que albergaba.
Escaleras modernistas, azulejos del siglo XVIII, artesonados de madera, arcos de estilo gótico, una parte de la muralla árabe de Valencia (s. XII), mosaicos del siglo I a.C., y hasta bases de columnas y algunas piezas del Circo Romano de la ciudad.
A través de una campaña arqueológica privada que ha durado tres años se fueron destapando todos estos elementos y se decidió aprovecharlos para conferirle al hotel una identidad absoluta. Luego, para fundirlos en una una línea estética contemporánea, confiaron en el arquitecto Francisco Jurado y el interiorista Francesc Rifé.
El reto no era fácil. “¿Qué conservar, qué transformar, de qué prescindir, qué mostrar?”, fueron las preguntas a las que se enfrentaron. Algunos de los elementos recuperados pueden verse en las habitaciones, otros se encuentran en las zonas comunes y, la mayoría, siguen ubicados en el mismo emplazamiento.
Rifé, por su parte, ha aligerado los espacios y les concedido sobriedad, linealidad y proporcionalidad. Las habitaciones, de diseño contemporáneo, geométrico y minimalista, son el mejor ejemplo.
Este interiorismo sobrio y equilibrado no responde sólo al sello personal de Rifé sino que era necesario para respetar los sustratos y ensalzarlos. Es por ello que se han utilizado materiales neutros que no restasen protagonismo a los tesoros arqueológicos y se integrasen al máximo.
Lo mismo ocurre con el mobiliario y los colores. Muchas paredes son de idéntico color que los pavimentos, si bien también se producen muchos contrastes entre los tonos neutros del hormigón con los tierra, ladrillo y piedra o el mobiliario de madera de roble teñida y lacas brillantes.
El hotel dispone de 26 habitaciones, cada una diferente debido a la complejidad de los espacios y los elementos históricos que contienen.
Para el mobiliario y la iluminación se han diseñado piezas exclusivas si bien también se han utilizado modelos conocidos como las lámparas Parentesi de Flos y la Fortuny de Pallucco.
Con todo, el Caro-Hotel es, posiblemente, el edificio en pie habitado más antiguo de Valencia.
Fotos: Caro Hotel
Caro HotelAlmirante, 14ValenciaT. 963 059 000www.carohotel.com